Las conjunciones adversativas en el idioma español son aquellas conjunciones que contraponen dos oraciones o dos términos sintácticos. La contrariedad puede ser parcial o total; la parcial expresa una corrección o restricción en el juicio de la primera oración, de modo que la coordinación es restrictiva: "mas", "pero", "aunque". Si hay incompatibilidad entre las dos oraciones coordinadas de manera que la afirmativa excluya totalmente a la negativa, la coordinación es exclusiva.
- No lo hizo Juan, sino Pedro.
Son conjunciones adversativas:
- Pero
- Iría contigo, pero no puedo.
- Me gustaría comprar un helado, pero no tengo dinero.
- Empero
- El contrato había mejorado mucho sus condiciones, empero no fueron aceptadas.
- Aunque
- Piensan casarse, aunque no saben cuándo.
- Mas
"Mas" está actualmente reducida a la lengua escrita y principalmente a la lengua literaria y expresa una corrección más suave que "pero":
- Hizo un juramento, mas fue en vano.
- Quiero ayudarte, mas no sé cómo.
- Sino
- No es necesario memorizar el texto, sino que comprendas el significado de las palabras.
También puede haber una simple yuxtaposición de los elementos contrapuestos, sin nexo, dando sentido adverso o de oposición entre las frases de la oración. En la escritura esto se refleja en una coma (“,”) o punto y coma (“;”).
Pero y mas, pueden encabezar una cláusula con sentido enfático:
- ¡Pero, Juan, si tú no estabas!
En la escritura, generalmente antes de las conjunciones adversativas se pone una coma.
Existe una serie de conjunciones que proceden de formas lingüísticas más extensas y que se han gramaticalizado total o parcialmente. Son las locuciones adversativas; se usan como nexos. Algunos ejemplos de ellas son:
- sin embargo
- no obstante
- antes bien
- al contrario
- a pesar de
- si bien
- con todo
- más bien
- antes bien