A pesar de las influencias musicales que querían incorporar, como el estilo de Grandaddy, Dandy Warhols y Kylie Minogue, el resultado final terminó siendo una mezcla inesperada de sonidos más electrónicos y con una reminiscencia de Camilo Sesto, distanciándose de lo que inicialmente habían imaginado. La letra habla cuando uno está enamorado, todos los demás advierten sobre la persona con la que se está involucrado, pero el enamorado se mantiene firme en su defensa.
Para la canción se inspiraron en una de las influencias musicales que rara vez se ha reflejado en su música, a pesar de su importancia: el pop británico, con bandas como Blur, Suede y la figura clave de Jarvis Cocker. En esta canción, finalmente, es posible percibir esos arreglos y ese sonido característico del pop británico. En cuanto a la letra, Alaska la describe como un reflejo de cinismo: quien canta sabe que la relación está destinada al fracaso, pero la única manera de continuar es ignorar esa certeza y seguir adelante con la ilusión.
Dirigido por el artista Martín Sastre, fue rodado en la sala Cool de Madrid y en el Palacio de Linares sede de la Casa de América. El vídeo comienza con un diálogo telepático entre Martín Sastre y Alaska sobre los bajos presupuestos para luego sumergirse en recreaciones de vídeos icónicos de Michael Jackson, Madonna o U2 entre otros. Se realizaron dos versiones del vídeo, una para el DVD integrado al CD de Arquitectura efímera y otra como vídeo musical.