Un agente reductor es aquel que cede electrones a un agente oxidante que los adquiere en una reacción de reducción-oxidación, en la que se da una transferencia de átomos y electrones. Así mismo, la mayoría de los elementos aniones y no iónico se obtienen de sus minerales por procesos de oxidación o de reducción. Una reacción de reducción-oxidación consiste en dos reacciones: una reacción implica la pérdida de electrones y átomos de un compuesto, en este caso el compuesto entra en una etapa de oxidación; mientras que en la otra reacción el compuesto se disminuye, es decir, gana los electrones. Uno actúa como oxidación y el otro como reductor. Como ejemplos tenemos:
- Carbón
- Monóxido de carbono
- Muchos compuestos ricos en carbón e hidrógeno
- Elementos no metálicos fácilmente oxidables tales como el azufre y el fósforo
- Sustancias que contienen celulosa, tales como maderas, textiles, etc.
- Muchos metales como aluminio, magnesio, titanio, circonio
- Los metales alcalinos como el sodio, potasio, etc.
- Los hidruros
- Los azúcares reductores
Monóxido de carbono
El monóxido de carbono es utilizado en metalurgia como agente reductor, reduciendo los óxidos de los metales. La reducción del mineral se efectúa en el alto horno a unos 900 °C aproximadamente.
Aluminio
Puesto que el aluminio tiene gran afinidad química con el oxígeno se emplea en la metalurgia como reductor, así como para obtener los metales difícilmente reducibles (calcio, litio, y otros) valiéndose del así llamado procedimiento aluminotérmico.
Véase también
Bibliografía
- Raymond Chang, Química sexta edición, Mcgraw-Hill.