En el universo StarCraft, Aiur es el planeta natal de los Protoss, situado en un extremo remoto de la galaxia.
Geografía y Habitantes
Su superficie está formada principalmente por océanos y verdes junglas. Sus niveles moderados de gases invernaderos y baja excentricidad orbital permitieron que el planeta desarrollara un clima apto para la vida. El sistema topográfico e hidrográfico de Aiur está conformado por 5 continentes, 4 océanos y 12 cadenas montañosas (de las cuales 5 son volcánicas). Con el paso de los eones, las húmedas selvas tropicales se convirtieron en el hogar de una gran variedad de especies, entre las pocas conocidas están los Bengalaas, los Kal-Taar, los Kwah-Kahi, los Lombad, los Mai-Lur y los Omahara; sin embargo, las formas de vida más avanzadas eran, por mucho, los Protoss. Bellos templos, perfectas estructuras y multitud de enormes y fulgurantes ciudades edificadas por los Protoss cubrían este planeta gobernado por El Cónclave, un grupo de Protoss viejos y sabios que representaban la máxima autoridad en su sociedad. Existen repartidos en la superficie de Aiur 38 templos Protoss, 5 ciudades capitales y 2,000 asentamientos menores. Aiur tiene un satélite natural llamado Saalok, de tamaño moderado, con menos de 3,500 km de diámetro.
Historia en el juego
Aiur es el planeta natal de los Protoss, además de ser la ubicación del Khor-shakal ("El gran foro"), una superfortaleza que servía de sede al Cónclave. Aiur fue testigo del devenir de la historia Protoss. Desde los primitivos orígenes de la raza psiónica, hasta la evolución acelerada a manos de los misteriosos Xel’naga. Eventualmente, debido al creciente antagonismo entre los protoss, que resultó en la pérdida de su ancestral vínculo psíquico, los Xel’naga dejaron Aiur. Más adelante, tal acto fue conocido como la Partida y sumió a la sociedad protoss en una de las guerras civiles más violentas que se han registrado en la historia galáctica: el Eón del Conflicto. Hubo lucha durante generaciones, periodo en que las enormes masas de tierra de Aiur fueron devastadas y gran parte de las formas de vida inferiores llegaron al borde de la extinción.
Pese a que los Xel’naga ya no estaban, aún quedaba evidencia de su presencia en Aiur; vastas cavernas subterráneas y monolíticos cristales Khaydarin que todavía existen hoy día. El eventual descubrimiento de estas extrañas reliquias Xel’naga fueron cruciales para poner fin a la brutal guerra civil protoss. Según cuentan las leyendas, un místico llamado Khas descubrió un artefacto Khaydarin y, a través de él, descubrió nuevamente el vínculo psiónico comunal que su raza había perdido antes del Eón del Conflicto.
Armado con este conocimiento, Khas revitalizó a la sociedad Protoss por medio de las enseñanzas del Khala, una nueva teoría que exhortaba a los Protoss a dejar de lado sus enemistades antiguas y unificarse. Conforme los Protoss adoptaron gradualmente su ancestral vínculo psíquico, comenzaron a percibir los pensamientos, emociones y experiencias de todos los miembros de su raza; templando así el odio que incitó el Eón del Conflicto.
En los siglos siguientes, hubo una época dorada en Aiur. Sus devastados continentes fueron sanados, sus especies nativas florecieron y se erigieron templos en su superficie. La población Protoss alcanzó millones y Aiur se convirtió en el punto central de un imperio interestelar.
Este periodo de asombroso desarrollo terminó con la llegada del Enjambre. Decididos a asimilar a la raza protoss, los zerg iniciaron una invasión a gran escala contra Aiur. Dirigidos por una sapiencia principal conocida como la Mente Suprema, cantidades infinitas de estas criaturas arrasaron con los valerosos defensores del planeta y dejaron sendas de destrucción a través de los continentes. El cónclave dio una rápida pero torpe repuesta a la invasión. Solo los éxitos del pretor Fénix en Sicon y Antioch le dieron esperanza a Aiur. Pero el Cónclave se confió y los Zerg retomaron el ataque. Y a al borde de la catástrofe, apareció el ex-ejecutor Tassadar para detener el avance Zerg, a pesar de ser tratado y perseguido como un criminal por el gobierno de Aiur. Fue en el asalto final en el que el ejecutor sacrificó su vida, uniendo dentro del Ganthritor, su nave, las energías del Khala con las del "Vacío", una energía prohibida dominada solo por los Templarios Oscuros, que Tassadar había aprendido del Prelado Oscuro Zeratul. El heroico Protoss colisionó la nave contra la Supermente Zerg, mientras la unión de esas energías opuestas provocaba una explosión masiva que resultó en la aniquilación del monstruoso líder del enjambre. Pero a pesar del valiente sacrificio no se detuvo la destrucción de Aiur, los Zerg fuera de control redujeron la población del planeta hasta un 40% en las numerosas batallas, los pocos Protoss restantes huyeron de Aiur al planeta de los Templarios Oscuros, Shakuras, a través de un antiguo portal Xel'naga para salvar a su raza . Su superficie quedó en muchas zonas desolada. Aunque muchos Protoss partieron al exilio, se rumora que existen grupos aislados de protoss en el planeta, pero se desconoce cuantos son.