Allí vivió Kozyavin (en ruso: Жил-был Козявин) es un cortometraje animado soviético de 1966 dirigido por Andrei Khrzhanovsky, escrito por Lazar Lagin y Gennady Shpalikov.

Andrey Khrzhanovskij dirigió esta película en un mundo surrealista y constructivista, que se asemeja a las pinturas de Giorgio de Chirico.^[1]​

Un empleado, llamado Kozyavin, recibe una misión de su jefe: encontrar a otro empleado llamado Sidorov. Sin hacer preguntas, pronto salió de la oficina para buscar a Sidorov. Al encontrarse con tráfico, caminó por el alcantarillado. Luego llegó a un muro, que pronto fue destruido por una máquina de construcción. Allí se encontró con un constructor y le tocó los hombros. El constructor se volvió hacia él y Kozyavin le preguntó, pero no escuchó nada de lo que dijo cerca de sus oídos. El constructor sacó una pequeña bandera roja de su traje y la agitó hasta que todos los constructores dejaron de trabajar, junto con las máquinas. Kozyavin preguntó una vez más si había visto a Sidorov. Después de una acción sorprendente, caminó más lejos para buscar a Sidorov. La rampa activa en la obra, que subía y bajaba intermitentemente, no asustó a Kozyavin.

Sin tomar descanso, Kozyavin continuó caminando. En una feria, caminaba sobre un poste. Los niños, que estaban asombrados por sus habilidades acrobáticas, fueron interrogados por Kozyavin. Al no obtener ninguna reacción por su parte, el empleado Kozyavin continuó su camino con optimismo para cumplir con la tarea. La segunda persona que conoció Kozyavin fue un violinista que tocó una composición. Kozyavin le preguntó al violinista si vio a Sidorov. Sin ninguna respuesta, Kozyavin le dio un codazo y tomó el arco de su violín. Caminando por unas escaleras surrealistas, abrió la puerta de un edificio de encargo.

Kozyavin encendió una linterna y miró entre cuadros y antigüedades hasta que finalmente vio a dos personas que parecían ladrones. Kozyavin no tenía ni idea de que iban a robar los objetos de este edificio. Sin embargo, Kozyavin tocó el hombro de uno de los hombres y le hizo la misma pregunta que antes. Sorprendidos, ayudaron a Kozyavin dándole instrucciones a Sidorov.

Temprano al día siguiente siguió en la misma dirección. Entró en un oleoducto en tierra, en el que las curvas fueron suavizadas de manera poco realista por el propio Kozyavin. Saltó del oleoducto al suelo y pisó una pradera seca. Decidido a encontrarse con Sidorov, Kozyavin recorrió todo el veld hasta que subió a una montaña. Con buena vista, observaba todo lo que le rodeaba. Lamentablemente no encontró a nadie y continuó avanzando. Llegó a un desierto y vio un esqueleto gigante de un animal prehistórico. Caminando a través de su columna vertebral como si fuera una escalera, vio a un paleontólogo, que estaba investigando el esqueleto, y le hizo la pregunta común. Sin respuesta y sin arrepentimiento por el esqueleto destruido, Kozyavin continuó caminando. Un cuerpo de agua estancada no le impidió cumplir la tarea que le encomendó el jefe, por lo que Kozyavin nadó hasta llegar a la Antártida. Kozyavin caminó alrededor del mundo hasta que llegó a su oficina después de no poder cumplir la orden de su jefe de encontrar a Sidorov. Kozyavin respondió encogiéndose de hombros y regresó a su habitación.

• Allí vivió Kozyavin en Internet Movie Database (en inglés).