Una aspillera, palabra proveniente del Latín sagitta,[1] (también llamada arquera, saetera, lancera, tronera o ballestera) es una abertura vertical, estrecha y profunda, practicada en algunos muros o murallas defensivas, así como en las torres de los castillos o incluso en algunas almenas, para permitir disparar flechas con arcos o bien con ballestas.[1][2]
Historia
El motivo que hizo surgir las aspilleras fue la pretensión de eliminar los ángulos muertos en las fortificaciones. De este modo aparecieron las primeras arqueras en las fortalezas del siglo XII, aunque por entonces aún eran bastante raras o difíciles de encontrar. Fue durante el siglo XIII cuando se multiplicaron y se convirtieron en un método defensivo habitual. Hacia mediados del siglo XIV, las aspilleras se volvieron cada vez más raras en las partes bajas de las fortificaciones y se multiplicaron en las zonas altas. Por regla general se reserva la denominación de saetera para las fortificaciones más antiguas en las que no existían armas de fuego y aspillera para aquellas en las que se utilizaban para disparar este tipo de armas. Por ejemplo las aspilleras para disparo con fusil en los fuertes poligonales del siglo XIX.
Artillería naval
En la artillería naval de los siglos XV a XIX las troneras eran las aberturas de los costados, en general aberturas cuadradas, por las que los buques de guerra disparaban sus cañones.
Véase también
Galería de imágenes
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Aspillera en cruz, en el castillo Corfe.
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Aspillera en palo (parte vertical) y orbe (parte redonda), en el castillo de Caen.
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Aspillera en el castillo de Luven.
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Aspillera en el castillo de Seitenroda (Alemania).
Referencias
- ↑ a b Lajo Pérez, Rosina (1990). Léxico de arte. Madrid - España: Akal. p. 184. ISBN 978-84-460-0924-5.
- ↑ Real Academia Española. «aspillera». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).}
Enlaces externos
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