Batalla de Torrevicente | ||||
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Parte de Reconquista | ||||
Fecha | 9 de julio de 981 | |||
Lugar | Torrevicente, actual provincia de Soria (España) | |||
Coordenadas | 41°20′00″N 2°56′00″O / 41.3333, -2.93333 | |||
Resultado | Decisiva victoria del chambelán Abu ʿAmir | |||
Consecuencias | Se asegura la dictadura de facto amirí en Córdoba hasta 996 | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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La batalla de Torrevicente fue el enfrentamiento decisivo entre el chambelán Abu ʿAmir y su suegro, el general Gálib. Tuvo lugar en julio del 981. La muerte del segundo llevó a la victoria del primero que, tras vencer, aseguró su poder[1] hasta el 996 y se otorgó el título por el que se le conoce al-Manṣūr, «el Victorioso».
Antecedentes
El creciente aislamiento del califa y la paulatina toma del poder por Almanzor disgustó a Gálib, maula omeya.[2][3] A pesar de la cooperación militar entre los dos una vez eliminado del poder el chambelán al-Mushafi, la ambición de Almanzor comenzó a preocupar a su suegro.[3] Por su parte, el continuo prestigio militar de Galib, que los triunfos de Almanzor no lograban ensombrecer, preocupaba a este ya que entorpecía su ambición de poder.[4]
Llegado Almanzor con sus fuerzas a Atienza para participar en una aceifa en abril del 980,[3][4] Gálib le convidó a una celebración en la fortaleza.[5][6] Durante la fiesta el general comenzó a criticar duramente a su yerno y acabó por atacarlo y herirlo[6] en la mano y en la sien.[5] Solo la interposición del cadí local le salvó la vida.[6] Algunas fuentes cuentan que Almanzor debió saltar por una ventana de la torre, salvando la vida el que sus ropas se enredaran en el alero del tejado.[7] De todas formas, Almanzor logró huir a duras penas, reunir sus fuerzas y asaltar Medinaceli, donde Gálib guardaba sus riquezas, que repartió entre sus hombres.[5][3][6] La ruptura entre los dos personajes acortó la campaña prevista contra los castellanos.[5] Gálib se vio obligado a pasar a territorio cristiano,[3] no sin antes asesinar al cadí que había estorbado el ataque contra su yerno.[6]
En octubre, Almanzor partió en una nueva campaña probablemente contra alguna fortaleza partidaria de su rival.[1] Otras dos campañas, realizadas a comienzos del 981, precedieron a la batalla definitiva que puso fin al enfrentamiento entre los dos chambelanes: una en febrero y otra en marzo.[1] La primera duró casi un mes y la segunda, doce días; en ambas las fuerzas de Almanzor resultaron vencidas.[8] A estas derrotas Almanzor respondió con una nueva campaña fronteriza, que asoló estos territorios durante dos meses en la primavera del 981 antes de acampar cerca de la fortaleza de Torrevicente.[6]
Durante este conflicto tuvieron un papel protagónico los cabecillas de la poderosa familia de los Tuŷibíes: Hāšim ibn Ḥakam, hermano del señor de Calatayud, al-ʿĀșī; y ʿAbd al-ʿAzīz, señor de Daroca. El primero apoyó a Gálib y el segundo a Almanzor. Se dieron enfrentamientos entre ambos en Armuña de Guadalajara en 980 y luego cerca de Atienza con victoria de los segundos.[9]
El enfrentamiento
Los dos bandos se enfrentaron en las cercanías de Torrevicente el 9 y 10 de julio de 981.[10][11] Almanzor había acudido con su ejército de la capital, tropas bereberes y con algunas fuerzas fronterizas.[10][11] Con sus tropas avanzó sobre Medinaceli, moviéndose impunemente por la región, tratando de provocar a Gálib para que lo atacase, sin embargo, este se movió a la fortaleza de Atienza para reunir a sus seguidores y aliados,[12] ya que perdida Medinaceli esta última se volvió su principal plaza.[13] Gálib contaba con otras fuerzas fronterizas, aún fieles a su persona, y con contingentes castellanos y navarros.[10] Las fuerzas castellanas venían con su conde García Fernández a la cabeza, mientras que las navarras las acaudillaba Ramiro, hermano de Sancho Garcés II de Pamplona,[10][11] llamado «rey cuervo» por los Ibn al-Jatib.[13] El amirí salió en búsqueda del general, llegando a las proximidades de Atienza el 7 de julio, tomando posiciones en un llano junto al castillo de San Vicente.[12] Gálib decidió aproximar sus fuerzas, lo que motivó a Abu ʿAmir a ordenar a su ejército con él mismo en el centro, el visir Abu Yaʿfar ibn Ali con los bereberes en el ala derecha, y Abu-l-Ahwas Man Ibn Abd al-Aziz al-Tuybi y Hasan ibn Ahmad ibn Abd al-Wadud con las tropas de la frontera en la izquierda. Antes de la batalla pasaron dos jornadas en que ambas fuerzas hicieron alardes sin iniciar el combate.[14]
El choque fue al comienzo favorable a las fuerzas de Gálib,[10] que desbarató los flancos de la hueste de su enemigo.[11] Vestido con cota de malla, a lomos de su caballo y con un alto casco dorado decorado por dos bandas rojas que lo hacían perfectamente distinguible dirigió una feroz carga que destrozó a los bereberes del flanco derecho enemigo. Sin perder tiempo, encabezó otra carga contra los soldados fronterizos del otro flanco a los que consideraba «traidores», poniéndolos en fuga y dejando solamente al centro en pie.[14] Según cuenta la crónica de Ibn al-Jatib, cuando se preparaba para dar el golpe de gracia a Abu ʿAmir, Gálib gritó al cielo: «¡Dios mío, si sabes que mi vida es más útil y favorable para los musulmanes que la vida de Muhammad ibn Abi ʿAmir, pues hazle perecer y ayúdame a triunfar; pero si él es más útil que yo, ayúdale contra mí y que con la muerte me venga la paz!».[15] Entonces, cuando parecía cercana la victoria, este se apartó de sus tropas y se internó en una hondonada, a donde más tarde acudieron a buscarle.[15][10][11] Se encontró a Gálib muerto junto a su caballo,[11] quizá de un golpe con la silla —el caíd tenía cerca de ochenta años—.[15] Como Almanzor no creyó al principio la noticia,[11] le trajeron la mano —con el anillo— y luego la cabeza de su suegro.[15][16] La muerte de Gálib desbarató sus fuerzas; muchas de las musulmanas se pasaron[11] a Almanzor y los aliados cristianos de Gálib tuvieron que huir del campo de batalla para intentar salvarse.[15] Como consecuencia de la muerte del general, sus partidarios cesaron su oposición a Almanzor y entregaron las plazas que, como Atienza o Calatayud, habían controlado hasta entonces.[13]
Consecuencias
Según algunas fuentes, el navarro Ramiro Garcés pereció en la batalla una vez muerto Galib,[16] pero se cree que es un error porque aparece mencionado en fuentes posteriores.[13] El vencedor premió a los Tuŷībíes fieles entregándole a uno de ellos, ʿAbd al-ʿAzīz, el gobierno de Calatayud.[9] El cadáver de Gálib fue desollado, relleno de algodón, y exhibido crucificado en la puerta del alcázar de Córdoba, mientras que su cabeza quedó clavada en otra cruz en la puerta de Medina Alzahira.[17][16] El vencedor asumió el laqab por el que se conoce, al-Mansur (Almanzor), «el Victorioso».[13][17][16] La victoria eliminó[18] al principal rival de Almanzor y le otorgó la regencia plena del califa.[10] El vencedor presentó a su difunto suegro como enemigo del califato por su alianza con castellanos y navarros, motivo probable de la crucifixión de su cadáver —castigo habitual de traidores y rebeldes—, y a sí mismo como campeón del califato y del islam.[18]
Notas y referencias
- ↑ a b c Martínez Díez, 2005, p. 495.
- ↑ Martínez Díez, 2005, p. 493.
- ↑ a b c d e Echevarría Arsuaga, 2011, p. 93.
- ↑ a b Bariani, 2003, p. 113.
- ↑ a b c d Martínez Díez, 2005, p. 494.
- ↑ a b c d e f Bariani, 2003, p. 114.
- ↑ Cacho-Dalda, Francisco (1959). Temas Españoles. Medinaceli. Núm. 388. Madrid: Publicaciones Españolas, pp. 14.
- ↑ Martínez Díez, 2005, p. 496.
- ↑ a b Viguera, María Jesús (1991). "Los ʿAmiríes y la Marca Superior. Peculiaridades de una actuación singular". En Philippe Sénac. La Marche supérieure d'Al-Andalus et l'occident chrétien. Madrid: Casa de Velázquez & Universidad de Zaragoza, pp. 136. ISBN 978-8-48683-922-2.
- ↑ a b c d e f g Echevarría Arsuaga, 2011, p. 94.
- ↑ a b c d e f g h Bariani, 2003, p. 116.
- ↑ a b Martínez Díez, 2005, p. 497.
- ↑ a b c d e Martínez Díez, 2005, p. 500.
- ↑ a b Martínez Díez, 2005, p. 498.
- ↑ a b c d e Martínez Díez, 2005, p. 499.
- ↑ a b c d Bariani, 2003, p. 118.
- ↑ a b Echevarría Arsuaga, 2011, p. 95.
- ↑ a b Bariani, 2003, p. 121.
Bibliografía
- Bariani, Laura (2003). Almanzor. Nerea. ISBN 9788489569850.
- Echevarría Arsuaga, Ana (2011). Almanzor: un califa en la sombra. Silex Ediciones. p. 272. ISBN 9788477374640.
- Martínez Díez, Gonzalo (2005). El condado de Castilla, 711-1038: la historia frente a la la leyenda, Volumen 2. Marcial Pons Historia. p. 819. ISBN 9788495379948.