Bernardo Provenzano | ||
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Información personal | ||
Apodo |
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Nacimiento |
31 de enero de 1933 Corleone, Sicilia, Italia | |
Fallecimiento |
13 de julio de 2016 (83 años) Milán, Lombardía, Italia | |
Causa de muerte | Cáncer de vejiga | |
Nacionalidad | Italiana | |
Características físicas | ||
Peso | 85 | |
Información profesional | ||
Ocupación | Mafioso | |
Cargos ocupados | Capo di Tutti Capi | |
Bernardo Provenzano (Corleone, Sicilia, 31 de enero de 1933-Milán, Lombardía, 13 de julio de 2016) conocido como Zu Binnu («Tío Bernardo») o U tratturi («El tractor», debido a su determinación para disparar y matar) fue el máximo dirigente de la Cosa Nostra siciliana hasta su detención en 2006.
Biografía
Su carrera mafiosa y escalada criminal comenzó en la década de 1950, cuando se convirtió, junto a Salvatore Totò Riina y Calogero Bagarella, en lugarteniente del jefe Corleonesi Luciano Leggio (conocido como Luciano Liggio y apodado «Lucianeddu»). Su primer trabajo fue liquidar a Francesco Streva, del clan contrario de Michele Navarra. El mafioso escapó en un primer momento, pero el 10 de septiembre de 1963 fue asesinado.[1] Provenzano, buscado por la policía, pasó a estar en paradero desconocido, en el que llegaría a estar durante 43 años. Era el 18 de septiembre de 1963.
Con el paso de los años y tras dejar un reguero de sangre en la segunda guerra de la mafia de la década de 1980, Riina y Provenzano se hicieron con el control de Cosa Nostra, después de vencer a la poderosa mafia capitalina de Palermo. Bagarella, entre tanto, fue asesinado. Los Corleonesi dominaron Sicilia, y Riina se erigió en el máximo representante, mientras que Provenzano pasó a un supuesto segundo plano.
En 1987, la justicia los condenó a ambos en el Maxi Proceso a cadena perpetua en rebeldía por su ausencia, dado que eran fugitivos en busca y captura. Según los conocedores de los entresijos de la Cosa Nostra, Provenzano fue el que manejó la organización durante medio siglo. Cuando Totó Riina fue detenido el 15 de enero de 1993, Provenzano asumió el control total de la organización. Destacados «pentiti» o arrepentidos mafiosos (colaboradores de la justicia), como Totó Cancemi y Gioacchino Pennino, aseguraron que Provenzano siempre mantuvo el «control político» dentro de la Cosa Nostra, mientras que Riina fue en realidad «el jefe militar».
A Provenzano se le relaciona con 127 asesinatos mafiosos perpetrados en los años 1970 y 1980, delitos por los que estaba condenado en rebeldía a cadena perpetua. Provenzano estuvo en paradero desconocido durante 43 años. Apoyado en la omertà (‘pacto de silencio’) que rige en la mafia, y tal vez ayudado por personalidades importantes de la vida siciliana, Provenzano pasó todo ese tiempo en la isla discretamente. Se llegó a asegurar que había muerto. Nadie lo reconocía y su voz nunca fue interceptada o reconocida por teléfono.
La única foto que se conocía de Provenzano era de 1958, lo que le permitió incluso burlar una vez más a las autoridades italianas en 2005, cuando viajó a Francia para operarse de próstata en un hospital de Marsella, en el que se alojó bajo la identidad de un jubilado siciliano. El mafioso, por el que se ofrecía una recompensa de 2,5 millones de euros, llegó a presentar un formulario de la sanidad siciliana para poder ser intervenido en el extranjero sin necesidad de pagar, y pasó a la Región de Sicilia la factura de la operación y de los siete días que estuvo ingresado.
Bernardo Provenzano fue detenido el 11 de abril de 2006 en su pueblo natal de Corleone, acusado de homicidio en el proceso que se seguía por unos cincuenta asesinatos en la «segunda guerra de la mafia», entre 1981 y 1991. Fue internado en la cárcel de alta seguridad de Terni.
La primera audiencia del juicio se celebró en la Sala de lo Criminal de Apelación de Palermo, con la que tanto Riina como Provenzano estaban conectados, y tras realizarse varios trámites de procedimiento, el juez Giovanni Micciche la suspendió hasta el 9 de mayo. El tribunal de Palermo, ante el que se desarrolló el proceso, revocó la orden con la que se había declarado la contumacia de Provenzano, con lo que se ponía fin, desde el punto de vista técnico y procesal, a su situación de prófugo de la justicia durante los últimos 43 años. Una vez en videoconferencia, Provenzano mantuvo una conversación telefónica con su abogado, Franco Marasa, que asistía al juicio en Palermo. El abogado de Provenzano dio a conocer en Palermo una declaración en la que aseguraba: «Soy atentamente tratado y observado en la sección hospitalaria de la cárcel de Terni». Además, mostró su sorpresa por la iniciativa tomada unos días antes desde Estados Unidos por una persona que decía ser familiar suyo y que pidió la intervención de la Cruz Roja para verificar que recibía la debida asistencia médica. En este sentido, Provenzano indicó en su declaración que no entendía «el interés de esa persona, que se dice pariente».
En 2011 el capo de la Cosa Nostra pidió el arresto domiciliario y salir del aislamiento por problemas de salud. Obtuvo el permiso para chequear su estado de salud, y según el Giornale di Sicilia padecía la enfermedad de Parkinson que le produjo una isquemia.
Provenzano murió el 13 de julio de 2016 en el hospital milanés de San Paolo a causa de una infección pulmonar.
Fuentes
- Este artículo es una obra derivada de «[1]» por periodistas de 20minutos.es, disponible bajo la licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 3.0 Unported.
- ↑ Dickie, NEO (2006). Cosa Nostra. Barcelona: Random House Mondadori S.A. ISBN 978-84-8346-811-1.
Enlaces externos
- Wikimedia Commons alberga una galería multimedia sobre Bernardo Provenzano.
- Una biografía de Provenzano (en italiano)