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Carlos Rafael Arrieta de la Hoz (14 de octubre de 1930, Cartagena, Colombia – 6 de diciembre de 2020, Ciudad de Panamá, Panamá) fue un destacado educador, rector del Instituto Nacional de Panamá, reconocido por su contribución a la educación y su papel en los movimientos soberanistas de Panamá.

Nacido en Cartagena de Indias, de madre oriunda de Barranquilla y padre cartagenero de ascendencia vasca-española, llega a Panamá a los 12 años. Durante su adolescencia, que transcurrió entre los barrios populares de Santa Ana, El Chorrillo y San Felipe, Carlos Arrieta de la Hoz enfrentó los atropellos, inequidades y discriminación que sufrían quienes colindaban con el área perimetral de la zona canalera.

En busca de subsistencia, realizó todo tipo de trabajos eventuales, incluyendo algunos dentro de la zona del canal, donde experimentó en carne propia el racismo del conocido sistema del Gold Roll y el Silver Roll, que segregaba de manera injusta los derechos laborales y las remuneraciones entre estadounidenses, panameños y afrodescendientes.

A pesar de estas adversidades, egresó del Instituto Nacional de Panamá, conocido como el 'Nido de Águilas', marcando un hito en su formación académica y personal. Posteriormente, continuó sus estudios superiores en la Universidad de Panamá, donde obtuvo el título de Licenciado en Geografía e Historia bajo la tutela del Profesor Ángel Rubio, reconocido póstumamente como el padre de la geografía en Panamá.

Durante sus años como universitario, participó activamente en movimientos estudiantiles claves de reivindicación nacional. Entre ellos, destacó su rol en la Operación Soberanía de 1958,^[1]​ un acto clandestino organizado junto a otros estudiantes universitarios. En este evento, desafiaron a las autoridades estadounidenses que administraban el Canal de Panamá al sembrar banderas panameñas en lugares simbólicos, como un poderoso gesto de patriotismo y defensa de la soberanía nacional.

Tras completar sus estudios de docencia, regresó al Instituto Nacional como docente en la cátedra de Geografía Política e Historia. Motivado por profundas convicciones nacionalistas y por la comprensión geopolítica que poseía de las dinámicas sociales producto del enclave colonial de la Zona del Canal de Panamá, decidió nacionalizarse panameño para poder impartir la clase de Relaciones de Panamá con los Estados Unidos, cátedra reservada exclusivamente para nacionales.

Posteriormente, fue nombrado Vicerrector, cargo que desempeñó antes de asumir la rectoría entre 1978 y 1988, convirtiéndose en el rector que más tiempo ocupó este puesto. Durante su gestión, destacó por inculcar valores cívicos y patrióticos entre sus estudiantes, un enfoque particularmente relevante en un período de gran convulsión histórica para Panamá.

Arrieta asumió el liderazgo del Instituto Nacional, preservando su papel histórico como cuna del pensamiento crítico y nacionalista. Consciente del impacto de la dictadura en la vida social y política del país, trabajó incansablemente para garantizar que la institución siguiera siendo un espacio de formación integral, llevándolo a ser reconocido como "Rector de Rectores.

Su visión como educador era familiarizar a la juventud panameña con la realidad nacional mediante el desarrollo del pensamiento crítico y hacerles entender la importancia de su rol en las luchas reivindicativas de la soberanía panameña. Como expresó en su libro Notas sobre la Geografía Política de Panamá (1964):

No se puede querer, ni defender lo que no se conoce. El único medio para la comprensión exacta de la Patria es conociéndola a fondo. He aquí el papel imprescindible del estudio de la Geografía y de la Historia de Panamá. Aspiramos con ello a despertar el deseo e interés en el estudiante panameño para que profundice en el conocimiento de su Patria y, con esta base, la defienda con valor e hidalguía', reafirmando así su compromiso con la educación y la causa nacional.^[2]​

En un contexto de creciente nacionalismo, lucha por la soberanía y movilización social, su liderazgo fue clave para fomentar el pensamiento crítico, el sentido de pertenencia y la conciencia nacional en las nuevas generaciones. Arrieta aprovechó su posición para vincular la educación con los desafíos históricos que enfrentaba el país, convencido de que la formación cívica y patriótica era indispensable para consolidar una identidad panameña comprometida con la defensa de los intereses nacionales.

El 9 de enero, tras culminar las clases en el Instituto Nacional, cerca de 200 estudiantes decidieron marchar hacia la Zona del Canal. En su camino, solicitaron al entonces rector, Dídimo Ríos, que les entregara la bandera nacional. Aunque inicialmente se negó, terminó accediendo al pedido. Esta movilización, impulsada por ideales elevados, dejó una huella histórica gracias al valiente acompañamiento de un grupo de profesores que se unieron a los estudiantes en este acto significativo. Entre ellos destacaron Arnulfo Martinelli Camargo (Educación Física), Rosada Guerrero de González (Geografía), Vesta Patiño (Historia), Rubén Oro (Física y Química), Generoso Emiliani (Química), Bernardo McNally (Inglés), Rosario Pabilo (Historia), Diamantina Carrera de Calzadilla .(Historia)

Inspirados por las ideas nacionalistas inculcadas por Arrieta, los estudiantes buscaron izar la bandera panameña junto a la estadounidense, como símbolo de soberanía nacional y cumplimiento de los acuerdos previamente establecidos entre ambos países, a través del Compromiso Chiari-Kennedy, que ordenaba que la bandera panameña se izaría junto a la estadounidense en todas las instalaciones oficiales de la Zona del Canal donde previamente ondeara solo la bandera de los Estados Unidos. Esto tenía como objetivo simbolizar la igualdad de soberanía en esa región, un tema sensible para los panameños, quienes consideraban la presencia estadounidense en la Zona del Canal como una afrenta a su independencia y soberanía nacional.

Tras los incidentes, en los que los estudiantes fueron abucheados y agredidos por residentes de la Zona del Canal, los profesores del Instituto Nacional retornaron al plantel. En medio de la indignación generalizada, el rector, Dídimo Ríos, responsabilizó a Carlos Arrieta, increpándolo con la frase: '¡Tú tienes la culpa de lo que ha sucedido!'. No obstante, colegas como la profesora Diamantina Carrera de Calzadilla defendieron su participación, señalando que "la verdadera responsabilidad recaía en los adultos que, según ella, debieron haber liderado esta causa años antes."^[3]​

El incumplimiento del acuerdo y la posterior confrontación entre estudiantes panameños y autoridades estadounidenses llevaron a la escalada de los disturbios conocidos como la Gesta Patriótica del 9 de Enero o el Día de los Mártires, que marcó un punto de inflexión en las relaciones entre Panamá y los Estados Unidos y aceleró el camino hacia la devolución del Canal.

Carlos Arrieta de la Hoz falleció el 6 de diciembre de 2020, producto de la pandemia de la COVID-19, dejando un legado imborrable en la historia educativa y patriótica de Panamá. ^[4]​

• Orden José Daniel Crespo (2007)^[5]​
• Orden Manuel Amador Guerrero - Gran Oficial (2013)^[6]​