Se llamaban centones (del latín cento, ōnis, y éste del griego κέντρων "pieza hecha de retales") a las grandes mantas o fundas hechas de pieles con que se cubrían las grandes máquinas de sitio y otros pertrechos.
Los soldados se servían de centones, esto es, paños viejos recosidos y acolchados con telas diversas para resguardarse de las flechas enemigas. El oficial encargado exclusivamente en la legión de los centones, se llamaba centonario. También se daba este nombre a una capucha que se llevaba bajo el casco. Esta voz se puede encontrar tanto en la obra de César (Guerra civil 2.9) como en la de Vegecio.
Referencias
Diccionario militar, etimológico, histórico, ... José Almirante y Torroella, 1869