Una corriente de frontera, a veces llamada corriente de margen o de límite, es una corriente oceánica cuya dinámica está determinada por la presencia de una línea costera. Hay dos categorías distintas: corriente de frontera occidental y corriente de frontera oriental.[1] Estas corrientes son superficiales y forman parte de los grandes giros oceánicos subtropicales, especialmente entre las latitudes 20 y 40° de cada hemisferio. Entre las fuerzas que las impulsan destacan los vientos anticiclónicos, los cuales poseen sentido horario en el hemisferio norte y antihorario en el sur.[2]
Corriente de frontera occidental
Se sitúa frente a las costas orientales de cada continente. Se caracteriza por ser estrecha, profunda, rápida, con límites definidos, cálida y pobre en nutrientes.[1] Llevan calor de los trópicos hacia altas latitudes.
Corriente de frontera oriental
Se sitúa frente a las costas occidentales de cada continente. Se caracteriza por ser ancha, poco profunda, lenta, con límites difusos, fría y rica en nutrientes. El afloramiento costero a menudo enriquece el mar con nutrientes traídos de las profundidades, lo que las convierte en áreas productivas del océano.
Las principales corrientes de frontera son las siguientes:
Giro oceánico | Corriente de frontera occidental | Corriente de frontera oriental |
Atlántico Norte | Corriente del Golfo | Corriente de las Islas Canarias |
Atlántico Sur | Corriente del Brasil | Corriente de Benguela |
Pacífico Norte | Corriente de Kuroshio | Corriente de California |
Pacífico Sur | Corriente de Australia Oriental | Corriente de Humboldt |
Índico Norte | Corriente de Somalia | (corrientes monzónicas variables) |
Índico Sur | Corriente de las Agujas | Corriente de Australia Occidental |