El eje montañoso central de Costa Rica es un sistema conformado por cuatro cordilleras, con dirección de noroeste a sureste, que atraviesa todo el territorio costarricense. El relieve no es constante, está interrumpido por depresiones o alteraciones en el suelo.
Morfología
El territorio continental costarricense está formado por un eje montañoso longitudinal central, más cercano a la costa del océano Pacífico, localizado en dirección noroeste-sureste, de aproximadamente 650 km de largo. Las cuencas hidrográficas del país nacen a partir de este eje montañoso, el cual define también la morfología de las llanuras, y en medio de este eje se ubican las depresiones tectónicas principales, como el Valle Central.
Cordilleras
La parte norte de Costa Rica está recorrida por tres cordilleras volcánicas, la Cordillera Volcánica de Guanacaste, la Cordillera de Tilarán, y la Cordillera Volcánica Central. La parte sur está recorrida por la Cordillera de Talamanca.
Las cordilleras de Tilarán y Guanacaste tienen indicios de haber registrado actividad volcánica en épocas recientes. Esto queda en evidencia ante la presencia de conos volcánicos, como el volcán Rincón de la Vieja (1.895 m s. n. m.), y el volcán Miravalles (2.028 m s. n. m.), cráteres activos ocasionalmente, y zonas con presencia de lava.
Entre la cordillera de Tilarán y Guanacaste hay una depresión tectónica ocupada actualmente por el Volcán Arenal y el Lago Arenal. La Cordillera de Tilarán es la más antigua. Actualmente no registra actividad volcánica alguna, únicamente se hallan aguas termales en algunas zonas.
Véase también
Referencias
- Alvarado Induni, Guillermo (2011). Los volcanes de Costa Rica. Editorial de la Universidad Estatal a Distancia. p. 335. ISBN 9968-31-679-2.