Enric Marco | ||
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![]() Enric Marco en 2001 | ||
Información personal | ||
Nacimiento |
12 de abril de 1921 Barcelona (España) | |
Fallecimiento | 21 de mayo de 2022 | (101 años)|
Nacionalidad | Española | |
Educación | ||
Educado en | Universidad Autónoma de Barcelona | |
Información profesional | ||
Ocupación | Sindicalista y estafador | |
Área | Campo de concentración | |
Cargos ocupados | Secretario general de la CNT (1978-1979) | |
Miembro de | Confederación Nacional del Trabajo | |
Enric Marco Batlle (Barcelona, 12 de abril de 1921-21 de mayo de 2022)[1] fue un impostor español que afirmó falsamente haber sido prisionero en el campo de concentración nazi de Flossenbürg durante la Segunda Guerra Mundial.
Fue premiado con la Creu de Sant Jordi por el gobierno catalán en 2001 y escribió un libro con sus pretendidas experiencias. Luego de que su mentira fuese publicada por el historiador Benito Bermejo, admitió la falsedad de sus afirmaciones y devolvió su medalla en 2005. También trabajó como sindicalista español, ejerció como Secretario General de la Confederación Nacional del Trabajo ―CNT― tras afirmar, falsamente, que había sido amigo de Buenaventura Durruti, y como Presidente de la Amicale de Mauthausen de España.
Biografía
Primeros años y Guerra Civil
Enric Marco Batlle nació en Barcelona. Huérfano de padre de nacimiento, su madre fue internada en una institución psiquiátrica donde pasaría el resto de su vida, de manera que fue criado por una tía materna suya.
El estallido de la Guerra Civil le sorprendió siendo un adolescente y alistándose dentro de los batallones de la CNT durante los sucesos de la Batalla del Ebro. Pretendidamente afirmó haber participado en el fallido desembarco de Mallorca, haber trabado amistad con el que, a la postre, sería el afamado maqui Quico Sabaté y haber sufrido graves heridas que le apartaron del frente justo cuando los nacionales consumaban la toma de Cataluña. Acorde a la investigación de Cercas, Marco combatió en la Batalla del Segre dentro de los batallones anarquistas, sin embargo, desmiente el resto de sus declaraciones por falta de pruebas o por considerarlas poco verosímiles.
Prisionero en Alemania
Tras la guerra, Marco se asentó en Barcelona y contrajo matrimonio. Acorde a la investigación de Javier Cercas, Enric Marco, entonces conocido como «Enrique Marcos», convivía con la familia de la que entonces era su esposa y se dedicaba a trabajos menores en la ciudad. En algún momento pudo regularizar su situación ante las nuevas autoridades pese a haber sido un miliciano de la CNT y aprovechó el convenio entre España y la Alemania nazi para marcharse como trabajador voluntario con la esperanza de mejorar su condición de vida y de escapar del servicio militar. Fue trasladado a Kiel, una ciudad portuaria en el norte de Alemania, donde trabajaría como mecánico en la industria naval.
En un determinado momento fue apresado y pasó varios meses como prisionero en la cárcel de Kiel acusado de realizar comentarios derrotistas e izquierdistas en público; absuelto de las acusaciones, permaneció un tiempo más como trabajador en Kiel hasta que pudo regresar a España gracias a un permiso vacacional.
Durante el franquismo
Marco llegó de permiso a Barcelona en 1943 para no regresar a Alemania. Tendría un hijo y una hija con su mujer y logró mejorar su nivel de vida, sin embargo, su tormentosa relación familiar hizo que abandonara el hogar conyugal en 1949.
Marco se trasladó a vivir a Hospitalet de Llobregat, donde contraería matrimonio de nuevo y tendría dos hijas. Marco viviría de manera oscura trabajando como mecánico en un taller de su propiedad. Durante este tiempo también adoptaría otros nombres, como «Enrique Durruti» o «Enric Batlle». También afirmó haber militado en organizaciones clandestinas antifranquistas y haber estado varias veces en prisión por estos motivos, sin embargo, no existen testimonios que prueben ninguna de estas afirmaciones, si bien sí que llegó a ingresar en prisión en alguna ocasión pero debido a delitos comunes, no políticos.
La Transición
Para la década de los 70, Marco contrajo matrimonio por tercera vez y comenzó a relacionarse con la joven alta burguesía catalana izquierdista, eso y sus relaciones con estudiantes universitarios le hicieron entrar en contacto de nuevo con la Confederación Nacional del Trabajo en plena época de la Transición.
Fue entonces cuando la actividad pública y política de Marco comenzó a ser conocida, cuando aún se hacía llamar «Enrique Marcos». Bajo tal nombre militó en determinado momento en la CNT y llegó a ser Secretario General de su Federación catalana en 1977 y Secretario General de la Confederación desde abril de 1978 hasta el V Congreso en diciembre de 1979. La CNT había tenido hasta el final de la Guerra Civil española una enorme importancia política, y tras la muerte de Francisco Franco existían importantes expectativas sobre su resurgimiento debido a la militancia de sus seguidores sobrevivientes en la oposición al franquismo, pero su renacimiento abierto en España tuvo lugar en medio de fuertes convulsiones y enfrentamientos entre grupos muy dispares.
Marco no resultó reelegido en el V Congreso de la CNT y se alineó con quienes impugnaron los resultados de este. Por su actividad en relación con ello, Marco fue expulsado de la CNT en abril de 1980. En 1984, el sindicalista Juan Gómez Casas, al reflexionar sobre el periodo en que Marco había ocupado esos cargos, recordaba lo poco o nada que se conocía a ciencia cierta sobre el pasado de aquel hombre[2]
Enric Marco tras su etapa de cargos de responsabilidad en la CNT pasó a desarrollar una actividad intensa en el movimiento asociativo de padres de alumnos. En 1998 era vicepresidente de la FAPAC ―Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Cataluña―, cargo que ejerció hasta que sus dos hijas mayores abandonaron la edad escolar.[3]
La vida del «prisionero de Flossenbürg»
Aunque sus afirmaciones sobre un supuesto encierro en los campos de concentración nazis se remontan al menos a 1976, lo cierto es que solo a partir de finales de la década de los 90 que Marco se aproximó a las asociaciones que reunían a los españoles víctimas de la deportación a dichos campos.
Marco aprovechó un viaje a Kiel en este tiempo para visitar el campo de concentración de Flossenbürg. Pese a no haber llegado ni siquiera a visitar el campo nunca, Marco se empapó sobre todo lo que atañó al campo de Flossenbürg. Aprovechando que tan solo hubo catorce españoles en dicho campo y que menos aún quedaban vivos capaces de desmentir que había estado internado en ese campo, Marco comenzó a afirmar de manera pública ser uno de los supervivientes y a asistir a los actos en conmemoración de las víctimas de los campos de concentración nazis.
Fue entonces cuando Marco afirmó que, tras la Guerra Civil, se involucró con organizaciones clandestinas antifranquistas y que, para huir de las autoridades, marchó al exilio a Marsella, desde donde tomó contacto con la Resistencia francesa. Al ser descubierto por la Gestapo, fue trasladado al campo de concentración de Flossenbürg, en Baviera. Este sería el relato fingido de Marco, quien usurpó el número y la identidad del prisionero Enric Morner, un verdadero prisionero español de Flossenbürg.
Poco después entró en contacto con la asociación Amical de Mauthausen en Barcelona que reunía a diferentes víctimas o familiares de víctimas españolas deportadas a campos de concentración nazis. Tras presentar como pruebas el acta de detención de Kiel, un registro falsificado de su nombre con el de otros prisioneros del campo de Flossenbürg y una fotografía de Enric Morner que él hizo pasar por suya propia, fue admitido en la asociación. A los pocos meses se convirtió en Presidente de la misma asociación.
A partir de entonces, apareció en varios programas de televisión y documentales dando «testimonios» sobre su participación en la Guerra Civil, el exilio republicano, la resistencia antifranquista y los campos de concentración. Todo ello bajo la aureola de historiador después de estudiar en la Universidad Autónoma de Barcelona y con el estilo de Marco de mezclar sucesos puntuales de su vida real con epopeyas inverosímiles y falsas.
A principios de 2005 Marco tomó la palabra en el Parlamento español en el curso de una conmemoración de las víctimas del Holocausto y de los crímenes contra la humanidad, con un discurso de tintes emotivos y dramáticos. Además estaba prevista su participación destacada en las conmemoraciones de la liberación del Campo de concentración de Mauthausen-Gusen (en Austria) en el mes de mayo de ese año. Marco hubiera tomado la palabra ante representantes de los supervivientes ex-deportados de toda Europa y en presencia del Presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, y del Canciller de Austria.
Se descubre la impostura
En abril de 2005 un informe del historiador Benito Bermejo Sánchez establecía que los relatos de Marco eran extremadamente inconsistentes y demostraba que Marco nunca había sido "exiliado republicano en Francia" sino que al terminar la guerra civil española con el triunfo del franquismo Marco permaneció en suelo español. Cierto era que Enric Marco había estado en la Alemania nazi, pero como trabajador voluntario al servicio de la industria bélica alemana (lo cual era posible según el acuerdo de Franco y Hitler en agosto de 1941 para suministrar mano de obra española a Alemania) y nunca había sido arrestado por su "ayuda a la Resistencia antinazi en Francia" como él había pretendido.
Efectivamente, Marco aparecía en un documento en los Archivos del Ministerio español de Asuntos Exteriores como un trabajador de la industria de guerra de la Alemania nazi, contratado junto a varios cientos de españoles por la empresa Deutsche Werke Werft de Kiel. En dicha ciudad Marco fue acusado en 1943 de repartir propaganda de orientación comunista a sus compatriotas, por lo cual la Gestapo lo arrestó, pero tras apenas tres semanas en cárcel común fue juzgado, absuelto y devuelto a España, donde se quedó trabajando por el resto de la guerra. Por tanto, se concluía que Marco jamás estuvo en un campo de concentración y menos aún como "luchador antifascista", resultando falsas todas sus narraciones al respecto.
El final de la impostura se precipitó cuando, apenas 48 horas antes de las conmemoraciones de Mauthausen (previstas para el 8 de mayo de 2005), Marco, que había llegado a viajar a Austria para participar en ellas, se vio obligado a renunciar a tal participación y regresó a España precipitadamente por sentirse indispuesto según indicó a la prensa.
El asunto aparece por primera vez en los medios de comunicación cuando el 10 de mayo de 2005 Marco convocó una rueda de prensa y allí reconoció abiertamente que los relatos de su supuesta deportación no eran ciertos. También se vio forzado a dimitir de la presidencia (asumida tres años antes) de la "Asociación Amical de Mauthausen". En medio de la indignación que se levantó se contempló la posibilidad de retirar a Marco la Creu de Sant Jordi, la máxima distinción civil de Cataluña, pero Marco la devolvió y el Gobierno Catalán "aceptó la devolución"[4]
El epílogo
Después de 2005, tras haber reconocido la falsedad de sus relatos como "español deportado", Marco no rehuyó a los medios y sus apariciones en ellos no han sido escasas. Aunque ha reconocido que tal vez fue un error presentarse como la víctima que nunca fue, insistió en que sus intenciones eran buenas y en que lo hizo por ser más eficaz a la hora de transmitir los mensajes que él pretendía difundir: "Mentí porque me escuchaban más y así mi trabajo divulgativo era más eficaz".[5] Considera que además él también conoció determinadas formas de represión y que "nadie puede decir si su sufrimiento era menor que el de los deportados".
En 2009 protagonizó el documental Ich bin Enric Marco, dirigido por Santi Fillol y Lucas Vermal, el cual seguía su visita al campo de concentración de Flossenbürg y a los lugares de Alemania en los que realmente estuvo como obrero.[6]
En 2014 el escritor Javier Cercas publicó la novela biográfica El impostor, basada en sus conversaciones con Marco y en las investigaciones que llevó a cabo sobre la vida del personaje.
Marco también siguió afirmando haber sido un activista del movimiento libertario contra Franco y haber permanecido en la clandestinidad desde que regresó a España hasta el final del franquismo. Pero hoy su pretendido pasado de militante antifranquista está todavía más cuestionado al conocerse su calidad de "trabajador voluntario" en el Tercer Reich.[cita requerida] En 2024 se estrenó la película Marco, dirigida por Aitor Arregi y Jon Garaño y con Eduard Fernández en el papel de Enric.[7]
Referencias
- ↑ Doria, Sergi (23 de febrero de 2024). «Enric Marco, muerte clandestina de un impostor». ABC (Edición nacional) (39.502) (Madrid). p. 46. Consultado el 27 de febrero de 2024.
- ↑ Juan Gómez Casas, El relanzamiento de la C.N.T., 1975-1979: (con un epílogo hasta la primavera de 1984), Móstoles, CNT-AIT, 1984, ISBN 84-398-2555-2
- ↑ Revista Fusion-Suplemento Catalunya Archivado el 4 de junio de 2007 en Wayback Machine. Una entrevista con Enric Marco en 1998 como dirigente del movimiento asociativo de padres de alumnos. Entonces se presentaba como luchador por las libertades y se definía como historiador.
- ↑ Diario Oficial de la Generalitat Archivado el 31 de agosto de 2007 en Wayback Machine. Texto del Diario Oficial de la Generalitat de Catalunya por el cual se retira la Cruz de Sant Jordi a Enric Marco .
- ↑ Diario 20 Minutos, 11 de mayo de 2005. Esas declaraciones de Marco proceden de un despacho de Agencia y pueden verse en otros muchos medios del momento.
- ↑ El pijama de rayas de Enric Marco, Público, 14 de diciembre de 2009
- ↑ «'Marco', la película dirigida por Aitor Arregi y Jon Garaño, candidata a representar a España en los Oscar». Cadena SER. 4 de septiembre de 2024. Consultado el 23 de octubre de 2024.
Bibliografía
- Lanao, Pau; Vinyoles, Carme (5 al 11 de enero de 2007). «Història d'una mentida». Presència (en catalán) (1819, año XLII): 11. Consultado el 8 de julio de 2015.
Enlaces externos
- El caso Enric Marco Archivado el 28 de septiembre de 2007 en Wayback Machine. Una colección de documentos y artículos aparecidos en diversos medios internacionales sobre este caso.
- Cristina Galindo, "Vidas inventadas", El País, 8 de junio de 2014.