La erbswurst era uno de los más viejos platos instantáneos que se pudo encontrar en los supermercados alemanes y se empleó en la elaboración de la sopa de guisantes (Erbsensuppe). Se comercializó en paquetes o tubos dosificadores. El producto tenía forma de pasta y sólo mezclando con agua hirviendo en unos minutos se obtenía una sopa de guisantes lista para comer.
La empresa Knorr que pertenece al grupo Unilever decidió de parar la producción a finales del año 2018, debido a baja demanda.
Características
La composición tradicional de la erbswurst es principalmente harina de guisante a la que se le añade unas pequeñas cantidades de tocino, cebollas, sal, aroma y extracto de levadura y saborizantes. Todo ello, con una consistencia en forma de pasta, se embute en un papel de pergamino con el objeto de parecer al consumidor una salchicha.
Historia
La pasta fue puesta en conocimiento de la sociedad en el año 1867 por el fabricante de conservas Johann Heinrich Grüneberg de Berlín. Pronto llegó a vender su invento al estado prusiano por la cantidad de 100.000 vereinsthaler y en 1870 llegó a ser empleado en la ración del rancho militar de los soldados de la guerra Franco-prusiana como una ración de supervivencia (eiserne Ration). Antes de la guerra se hicieron investigaciones por parte del ministerio de la guerra prusiano acerca de su valor nutritivo de cara a ser empleado como ración, se pudo ver que la supervivencia de los soldados era garantizada durante semanas con esta pasta y un poco de pan. Al empezar la guerra Franco-prusiana estaba la industria de alimentación dando trabajo a 1700 trabajadores llegando a producir díariamente 7 toneladas (posteriormente 65) y en total entre 4000 hasta 5000 toneladas de pasta.
Hoy en día la pasta se comercializa bajo la marca Knorr de la multinacional Unilever.