Las feriae conceptivae o fiestas conceptivas eran fiestas religiosas romanas móviles cuyas fechas de celebración eran fijadas cada año por la autoridad romana competente responsable, ya fueran sacerdotes o magistrados (quotannis a magistratibus vel sacerdotibus concipiuntur).[1][2] Generalmente estaban relacionadas con la vida agrícola.
En realidad, las fiestas públicas romanas (feriae publicae) eran mayoritariamente fijas (feriae stativae), aunque podían existir estas fiestas móviles (feriae conceptivae) u otras fiestas excepcionales (feriae imperativae).
Las feriae conceptivae romanas fueron las siguientes:
- Compitales, fiestas que se celebraban en las encrucijada de las calles en honor a los dioses lares.
- Sementinas, fiestas de la siembra en honor de Ceres y Tellus.
- Fornacalias, fiestas de los hornos.
- Amburbias, fiestas expiatorias y de purificación para proteger la ciudad y más concretamente sus muros.
- Fiestas latinas, para consagrar la alianza que había hecho Roma con los pueblos del Lacio.
- Ambarvalias, fiestas vinculadas al campo y su protección, para que la cosecha llegara a buen fin.
- Rosalias, fiestas de las rosas que, aunque técnicamente no era una de las feriae conceptivae, tampoco tenían una fecha fija.