La fotografía analógica,[1][2] de rollo o de carrete, también conocida como fotografía tradicional, argéntica[3] o química,[4] es el retrónimo con el que se describe al proceso fotográfico tradicional, que utiliza técnicas no digitales para producir imágenes, en comparación con la fotografía digital —de aparición más reciente—. Adicionalmente, este término sirve también para separar la fotografía que utiliza rollos de película, sustancias químicas y cuartos oscuros de fotografía mediante técnicas correspondientes al siglo xix y primera mitad del xx, que se puede identificar como fotografía alternativa.[5] Se basa habitualmente en un proceso físicoquímico que involucra el uso de un material fotosensible activo —aplicado sobre placas de vidrio o sobre una película flexible de material traslúcido, actualmente plástico— y su estabilización —revelado—, para la obtención y el procesado de las imágenes.
La fotografía tradicional ha formado un importante cuerpo de conocimiento que incluye el correcto manejo de grados de sensibilidad de películas y papeles, el manejo de gran variedad de lentes, filtros y fuentes de luz, y la habilidad o cuidado de temperaturas, concentraciones y tiempos de uso con líquidos reveladores y fijadores. De todo esto existen tablas, fórmulas y recetas con números, volúmenes, temperaturas, tiempos y escalas.
Material
El concepto de fotografía analógica no solo consiste en la película fotográfica o carrete y su proceso de revelado con químicos. En sí misma es una ciencia y un oficio en sí mismo, pues los cambios en la química y el tiempo de los procesos afectarán el resultado final. Un ejemplo es el ferrotipo. El ferrotipo es una fotografía de un positivo directo sobre una hoja de metal, generalmente de hierro o de acero, ennegrecido mediante pintura inmediatamente antes de ser expuesta a la luz. El ferrotipo, introducido a mediados del siglo XIX, era esencialmente una variación del ambrotipo, que era una imagen única hecha en vidrio en lugar de metal. Así como el ambrotipo era un negativo cuyas imágenes plateadas aparecían de un blanco grisáceo y cuyas áreas claras de sombras parecían oscuras, el ferrotipo, en realidad negativo en su formación química, parecía positivo gracias a la placa negra.[6] Estos métodos no se abandonaron cuando el carrete llegó a dominar la fotografía.
La película instantánea revela las imágenes automáticamente, ya que contiene las sustancias químicas necesarias para revelar y fijar la foto sin la necesidad de un laboratorio de imagen o cuarto oscuro, a diferencia del papel fotográfico.
Proceso
Película fotográfica
Para la obtención de imágenes fotográficas se emplea un soporte conocido como película fotográfica, en donde el elemento sensible a la luz es el halogenuro de plata, el cual es el compuesto activo presente en la emulsión fotográfica; esta, a su vez, es un coloide en suspensión, sobre una base de gelatina muy pura. El tamaño y cantidad de los cristales de halogenuro de plata determinan la sensibilidad de la película, conocida también como velocidad —término que puede confundirse con la velocidad de obturación—, la cual está normalizada y se expresa en una escala de sensibilidad fotográfica estandarizada por la ISO. Cuando se abre el obturador por un breve instante, la luz que pasa por el objetivo incide sobre la película, y deja sobre ella la impresión de la imagen, que en este punto recibe el nombre de imagen latente; ésta se irá descomponiendo a partir de ese momento, hasta ser revelada. En realidad la luz da inicio a un proceso físicoquímico, produciendo un punto de sensibilidad en el compuesto, obteniendo así una imagen latente, lo que a la postre, cuando la película se sumerja en el revelador, mediante un proceso de reducción-oxidación, ocurrirá la descomposición del halogenuro en plata metálica negra, obteniéndose así una imagen visible.
Obtención de la imagen
A una película dada, de una determinada sensibilidad —100, 200, 400 ISO—, le corresponde una cierta cantidad de luz para conseguir la exposición correcta. Esta cantidad es lo que se llama EV —en inglés: Exposure Value—. Cuanto mayor es la sensibilidad, menor cantidad de luz necesita. Así, por ejemplo, con películas de 6400 ISO, forzándolas a 60 000 ISO permiten fotografiar a una persona negra dentro de un saco en el interior de un túnel mal iluminado. Mientras que películas de 25 ISO permiten sacar fotos de la superficie del sol sin quemar por ello la película.
Para obtener la correcta EV, las cámaras de fotos constan de diafragma y obturador. Por hacer una analogía entre el ojo y una cámara de fotos:
- Diafragma: Es el iris del ojo. Abriéndose más o menos, conseguimos que entre una determinada cantidad de luz.
- Obturador: Es el párpado del ojo. Teniéndolo más o menos tiempo abierto, obtenemos una mayor o menor incidencia de la luz en la película.
- Objetivo: Es el cristalino. Se encarga de enfocar la vista, de forma que los objetos salgan nítidos en la película
- Película: Es la retina. Donde se forman las imágenes que quedan en forma latente hasta que se revela la película.
Mediante un exposímetro se mide la EV necesaria para esa película. Pongamos por caso que da una velocidad de 1/500 y diafragma 4. Ese EV es equivalente a subir la velocidad y bajar el diafragma, o bajar la velocidad y subir el diafragma. La velocidad suele ser expresada en 1 s; y el diafragma en «f» o fracciones de diámetro.
Velocidad | Diafragma |
---|---|
1/500 s | 4 |
1/250 s | 5.6 |
1/1000 s | 2.8 |
Todos estos valores son el mismo EV para una determinada cantidad de luz. Por lo tanto, podemos elegir cualquier combinación de éstas para obtener una exposición correcta. Dependiendo de lo que queramos obtener. Si queremos que el campo nítido sea mayor, pondremos un diafragma más grande —5.6 f da mayor profundidad de campo nítido que 2.8 f— o si queremos paralizar el momento, pondremos una velocidad más alta —1/1000 s paraliza la imagen más que 1/250 s—.
Se ha hablado por encima de «forzar» la película. Forzar la película es un procedimiento por el cual, usamos una película de sensibilidad determinada a una sensibilidad muy superior. Para ello ponemos de sensibilidad en la cámara la sensibilidad que queremos usar, y disparamos la cámara tranquilamente. A la hora de revelar, habrá que compensar esta sensibilidad aumentando la temperatura del revelador. Para ello, tendremos que ser nosotros mismos los que revelemos los carretes, ya que en las tiendas de revelado, todo el proceso va mecanizado y no se forzará la película.
Revelado
El proceso de revelado consta de dos pasos básicos: revelado y fijado, los cuales se dividen a su vez en pasos intermedios según el tipo de película a tratar. La imagen así obtenida tiene sus valores de luz invertidos respecto a la captura original, por lo cual se conoce a la película tratada como negativo.
Una vez seca, de esta película o «negativo» se pueden hacer copias de la imagen sobre papel o bien sobre otra película, en cuyo caso obtendremos una diapositiva o positivo traslúcido, que nos permitirá observar la fotografía por proyección o transparencia. Las imágenes obtenidas, al invertir nuevamente los valores de luz, por ampliación o contacto, nos dan como resultado un «positivo». A este proceso se le llama positivado.
Si utilizamos en la cámara una película especialmente tratada, para diapositivas, obtendremos las imágenes directamente en positivo al revelar la película.
Formatos
El formato más popular de película química es la película de 35 mm —también conocida como película 135—, utilizada en la mayoría de cámaras réflex y compactas hasta el final del siglo xx. Después de dicho formato, los más populares son el formato medio —120, 220—, Polaroid —de revelado instantáneo—, y los grandes formatos —4x5 pulgadas, 5×7 pulgadas y 8×10 pulgadas principalmente—. Último formato en aparecer fue Advanced Photo System —conocido mejor por su acrónimo, APS—; Que permitía exponer su película en formatos C / H / P . Aunque posiblemente el menos popular de todos los formatos y sin embargo, sus dimensiones se usaron de base para los primeros sensores en fotografía digital. SLR hasta su evolución a Full Frame.
Ventajas y desventajas
Artículo principal: Film vs Digital
Ventajas
- El tiempo y el gasto de la fotografía cinematográfica inculcan la artesanía y la paciencia.
- Dependiendo de la sensibilidad de la película se puede obtener un amplio rango de dinamismo.
- Una imagen impresa (no editable) puede ayudar como evidencia legal del sujeto fotografiado.
- En condiciones óptimas de procesamiento y almacenamiento, una película puede tener una duración por siempre jamás.
Desventajas
- La fotografía cinematográfica necesita más tiempo y habilidad que la digital.
- La película es delicada y necesita un tratamiento cuidadoso, refrigeración, protección del sol, protección del polvo, etc.
- La película puede sufrir un deteriodo, como por ejemplo que se nublen las fotografías.
- El procesamiento de películas tiene un coste económico elevado. A veces se tiene que encontrar un laboratorio y se tiene que ampliar o escanearse.
Véase también
Referencias
- ↑ Peco, Ramón (19 de enero de 2012). «¿Sobrevivirá la fotografía analógica?». El País (Madrid). ISSN 1134-6582. Consultado el 28 de enero de 2019.
- ↑ «What Is Analogue Photography? A Lomography Guide». Lomography (en inglés). Consultado el 28 de enero de 2019.
- ↑ Bouillot, 2005.
- ↑ Cid, Miguel (9 de octubre de 2012). «Fotografía analógica no es lo mismo que fotografía química». Hipertextual. Archivado desde el original el 29 de enero de 2019. Consultado el 28 de enero de 2019.
- ↑ Hernández, Ciel (27 de abril de 2016). «Lomo a fondo: El Resurgir de la Fotografía Alternativa y Pinhole». Lomography. Consultado el 28 de enero de 2019.
- ↑ «Tintype | Victorian Era, Wet Plate Collodion & Ambrotypes | Britannica». www.britannica.com (en inglés). Consultado el 19 de diciembre de 2023.
Bibliografía
- Bouillot, René (2005). Curso de fotografía. fundamentos de la fotografía tradicional 1. Barcelona: Ediciones Omega. ISBN 9788428213912. OCLC 1025153773.
Enlaces externos
- Jiménez, Andrea (20 de mayo de 2023). «La fotografía analógica resucita tras décadas olvidada en un armario y con los precios por las nubes». El País. «Los negocios dedicados al sector han visto cómo sus costes se han triplicado en el último año, ha aumentado la demanda e incluso ha habido desabastecimiento de carretes. Todo ello, impulsado por la presencia única de Kodak y Fuji en el mercado».