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Francisco Preciado de la Vega (Sevilla, 1712-Roma, 17 de julio de 1789) fue un pintor, dibujante y tratadista de pintura español afincado en Roma, donde jugó un importante papel en el desarrollo del movimiento académico de la segunda mitad del siglo XVIII tanto en España como en la propia Roma, como miembro de las academias de San Lucas y del desnudo.
Biografía
[editar]Según Ceán Bermúdez, que le supone nacido en Écija,[1] se crio en Sevilla y fue discípulo en pintura de Domingo Martínez tras haber «estudiado gramática, filosofía y estar ordenado de prima tonsura».[2]
En 1732 o 1733 se trasladó a Roma con el escultor Felipe de Castro para completar sus estudios artísticos y, quizá, con la esperanza de obtener algún cargo eclesiástico. Aunque el traslado y la estancia romana en los primeros años corrieron por su cuenta, ya afincado en Italia, en 1740 el rey Felipe V le concedió una pensión en recompensa por sus progresos.[3] El cardenal Troiano Acquaviva d'Aragona le facilitó en un primer momento el acceso al taller de Sebastiano Conca, que con anterioridad ya había recibido como discípulos a otros artistas españoles como Miquel Sorelló e Hipólito Rovira. En él Preciado de la Vega pudo practicar el dibujo del desnudo y entrar en contacto con la Academia de San Lucas, en la que en 1739 obtuvo el segundo premio de primera clase de pintura por el dibujo del Martirio dei sette fratelli Maccabei.[4]
Cuando en 1744 la Academia de Bellas Artes, aún en fase de constitución como junta preparatoria acordó conceder seis plazas de pensionado en Roma, dos por cada una de las bellas artes, una de las plazas de la sección de pintura fue para él. Al mismo tiempo se le solicitó un informe sobre el funcionamiento de la academia francesa en Roma y un modelo de estatutos para el funcionamiento de la academia que se deseaba crear en Madrid, que constituirán la base de sus estudios didácticos y se verán plasmados en los estatutos de la Academia de San Fernando fundada en 1752.[5]
Fue admitido académico de mérito de la Academia de San Lucas en 1748, a la que presentó como obra de recepción Judá y Tamar (Roma, Accademia Nazionale di San Luca),[6] y ya en 1754 sottocustode de la misma, con la misión de controlar el material didáctico,[7] además de ocupar el cargo de secretario en tres ocasiones (1760-63; 1771-76 y 1784-89).[8] En 1750, año de su matrimonio con la pintora Caterina Cherubini, joven de veinte años que había sido su discípula, ingresó también en la Academia de la Arcadia con el nombre de Parrasio Tebano, y desde 1757 ocupó en varias etapas el puesto de director de la Scuola del Nudo establecida en el Campidoglio, en cuya creación participó después de haber abierto y mantenido una escuela de sus mismas características en su propia casa durante muchos años.[7] La culminación de su carrera académica en Roma la alcanzó en 1764 con la elección como príncipe de la Academia de San Lucas, cargó para el que fue reelegido los dos años siguientes por su buen ejercicio y de nuevo en 1777-1778.[9]
Desde 1758 y hasta su muerte desempeñó el cargo de director de pensionados en Roma por el rey y la Real Academia de Bellas Artes, bajo la supervisión del embajador de España en aquella corte. El oficio no implicaba ejercer la docencia con los pensionados, sino su tutela, la introducción de los jóvenes aprendices en los círculos artísticos romanos y la vigilancia sobre las obras que debía enviar a Madrid periódicamente para dejar constancia de sus progresos,[10] pero, a falta de una academia española en Roma a semejanza de la francesa, Preciado de la Vega hizo de su propia casa en la Piazza Barberini algo parecido a la inexistente academia y dio lugar de trabajo en ella en condiciones precarias a los pensionados.[11] Algunos incluso encontraron alojamiento en ella.[12] No solo los pensionados, aristócratas y viajeros españoles a su paso por Roma en su Grand Tour acudieron a la residencia de Preciado, frecuentemente mencionada como la Academia de Roma, buscando obras de arte y el contacto con los artistas o colaboración en sus tareas artísticas y arqueológicas, como es el caso de José Ortiz y Sanz en su examen y medición de las ruinas romanas. De su paso por ella en 1788 el inquisidor e ilustrado Nicolás Rodríguez Laso dejó un testimonio elocuente, aunque negativo, advirtiendo que «el paraje donde dibujaban [los pensionados] era un especie de desván muy feo; y que, acordándome de la Academia Francesa, causaba en mi ánimo un disgusto grandísimo».[13]
Profundamente religioso, su plan de estudios para los pensionados en Roma establecía que debían rezar el rosario en comunidad a la caída de la tarde y confesar y comulgar al menos en las principales festividades litúrgicas, regresar a la academia a las horas establecidas y no introducir mujeres en sus habitaciones ni participar en juegos de azar.[12] Significativamente, en su autorretrato conservado en la Galleria degli Uffizi se representó con un ejemplar en las manos del Pintor cristiano y erudito de Juan Interián de Ayala en su primera edición latina, obra en la que el mercedario anteponía los dictados de la teología a los valores artísticos y defendía el decoro y rigor histórico en las representaciones sagradas frente a los abusos introducidos en la iconografía religiosa por la ignorancia de los pintores.[14]
Obra
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Relativamente escasa y peor estudiada que su faceta didáctica, la obra pictórica de Preciado de la Vega se ciñe en gran medida a los motivos religiosos y a la clientela e iglesias españolas en Roma.[15] Aunque respetado como académico, los grandes encargos romanos recaían sistemáticamente sobre artistas locales, hecho del que era bien consciente Preciado que en 1758 escribía a la academia madrileña que «los pintores en esta Corte tienen más lucro en su trabajo del que puede tener aquí un forastero a quien solo suelen ocupar algunos compatriotas en cosas de poca monta, recayendo aquí las obras en los del país con mucha razón, por más que se distinga un extranjero». Para paliar en parte esa situación y proporcionar algo de trabajo a los artistas españoles en Roma gestionó y obtuvo en 1782 que en las ceremonias de canonización de santos hispanos toda la ornamentación recayese en artistas españoles, de lo que se beneficiaron, entre otros, además de él mismo, Vicente Velázquez y Buenaventura Salesa.[16]
Arcadia pictórica[17]
Referencias
[editar]- ↑ Firmó su autorretrato conservado en la Galleria degli Uffizi «Franciscus Preziado Hispanus Hispalensis se ipsum pingebat Romae anno 1769. Etats suae 56».
- ↑ Ceán Bermúdez (1800), t. IV, p. 121.
- ↑ Navarrete (2010), p. 269.
- ↑ Brook, Carolina, «Francisco Preciado de la Vega y la Accademia di San Luca. La promoción de las Bellas Artes mediante la actividad institucional», en VV. AA. (2009), p. 22.
- ↑ Brook, Carolina, «Francisco Preciado de la Vega y la Accademia di San Luca. La promoción de las Bellas Artes mediante la actividad institucional», en VV. AA. (2009), p. 23.
- ↑ VV. AA. (2009), p. 224, fig. 3.
- ↑ a b Brook, Carolina, «Francisco Preciado de la Vega y la Accademia di San Luca. La promoción de las Bellas Artes mediante la actividad institucional», en VV. AA. (2009), pp. 24-25.
- ↑ Cruz Alcañiz, Cándido de la, «La actividad, pensamiento e imagen social del pintor Francisco Preciado de la Vega», en VV. AA. (2009), p. 83.
- ↑ Brook, Carolina, «Francisco Preciado de la Vega y la Accademia di San Luca. La promoción de las Bellas Artes mediante la actividad institucional», en VV. AA. (2009), p. 28.
- ↑ Navarrete (2010), pp. 270-271.
- ↑ Navarrete (2010), p. 272.
- ↑ a b Cruz Alcañiz, Cándido de la, «La actividad, pensamiento e imagen social del pintor Francisco Preciado de la Vega», en VV. AA. (2009), p. 71.
- ↑ García Sánchez, Jorge, «Pintores españoles del "Grand Tour"» en VV. AA. (2009), p. 46.
- ↑ Cruz Alcañiz, Cándido de la, «La actividad, pensamiento e imagen social del pintor Francisco Preciado de la Vega», en VV. AA. (2009), p. 70.
- ↑ Brook, Carolina, «Francisco Preciado de la Vega y la Accademia di San Luca. La promoción de las Bellas Artes mediante la actividad institucional», en VV. AA. (2009), p. 25.
- ↑ García Sánchez, Jorge, «Pintores españoles del "Grand Tour"» en VV. AA. (2009), p. 40.
- ↑ Arcadia Pictórica en Sueño, Alegoría o Poema prosaico sobre la Theórica Práctica de la Pintura, escrita por Parrasio Tebano, Pastor Arcade, en Roma año de 1784, manuscrito, Biblioteca Nacional de España, signatura MSS/11324. Primera edición, póstuma, editada en Madrid en 1789 por Antonio Sancha, Arcadia Pictórica en Sueño (...) dividida en dos partes: la primera que trata de lo que pertenece al dibuxo, y la segunda del colorido, Biblioteca Nacional de España, signatura BA/842.
Bibliografía
[editar]- Ceán Bermúdez, Juan Agustín, Diccionario biográfico de los más ilustres profesores de las Bellas Artes en España, Madrid, 1800, t. IV.
- Cornudella i Carré, Rafael (1997), «Para una revisión de la obra pictórica de Francisco Preciado de la Vega (Sevilla, 1712-Roma, 1789)», Locus Amoenus, n.º 3, pp. 97-122.
- García Sánchez, Jorge, «Cartas de Francisco Preciado de la Vega a Manuel de Roda (1765-1779)», Academia. Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (200), pp. 9-92.
- Navarrete Martínez, Esperanza (2010), «La enseñanza fuera del taller del maestro: la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando», en Borrás Gualis y otros, El arte del siglo de las luces, Madrid, Fundación Amigos del Museo del Prado-Galaxia Gutenberg, ISBN 984-8109-4133-4, pp. 255-276.
- Ramallo Asensio, Germán Antonio (1999), «Aportaciones a la obra pictórica de Francisco Preciado de la Vega, pintor sevillano en Roma», Laboratorio de Arte: Revista del Departamento de Historia del Arte, n.º 12, pp. 293-300.
- VV. AA. (2009), Francisco Preciado de la Vega: un pintor español del siglo XVIII en Roma, Madrid, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando/Cajamurcia, ISBN 84-96406-19-9
Enlaces externos
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