La hipótesis del cometa Clovis es una hipótesis de una gran explosión en el aire o un impacto astronómico de un objeto u objetos del espacio exterior que dio comienzo al período frío denominado Dryas Reciente hace 12 900 años (según el método de datación por carbono calibrado) o hace 10 900 años (según el método no calibrado).[1]
Un escenario propone que una explosión en el aire o un impacto en la Tierra con un enjambre raro de condritas carbonáceas o cometas prendió fuego a vastas zonas de América del Norte, causando la extinción de la mayoría de los grandes animales en América del Norte y la desaparición de la cultura Clovis al final de la última glaciación.[2] Estos cuerpos estelares habrían estallado sobre o en la capa de hielo Laurentino al norte de los grandes lagos. Una explosión aérea podría haber sido similar pero haber tenido una magnitud superior en varios órdenes a la del evento de Tunguska en 1908. La vida animal y humana que no pereció directamente por la explosión o como resultado de los incendios forestales que asolaron el continente de costa a costa, habría perecido de hambre al estar quemada toda la superficie del continente.
Resultado
Se conjetura que este impacto provocó la extinción de muchos mamíferos de América del Norte. Estos animales incluyen a los camélidos, mastodontes, el oso de cara corta y muchas otras especies. Los marcadores para el impacto también aparecen al final de la cultura Clovis.[3]
Historia de la hipótesis
La revista británica Nature publicó esta hipótesis en una noticia del 17 de mayo de 2007.
El 24 de mayo de 2007, en una reunión de la Unión Geofísica Estadounidense en la ciudad de Acapulco (México), se discutió esta hipótesis y reveló la evidencia.
El 27 de septiembre de 2007 se presentó un artículo presentando resultados del grupo de Acapulco en Proceedings of the National Academy of Sciences. De acuerdo con el estudio, el impacto puede haber conducido a disminuir inmediatamente la población humana en América del Norte en ese momento.[1]
El escenario ha sido objeto de críticas y dudas.[4] En 2010, Richard Kerr, especialista en impacto, estudió esta hipótesis y concluyó que nunca hubo tal impacto, ya que no pudo encontrar señales físicas del hecho.[5]
En 2011, un grupo de expertos descartó las supuestas pruebas de la existencia del evento.[6]
En cambio, en 2014, un estudio publicado en la revista The Journal of Geology por un grupo colaborativo internacional de científicos apoyó la hipótesis de que un impacto cósmico precipitó el período Dryas Reciente.[7]
Referencias
- ↑ a b Firestone, R. B.; West, A.; Kennett, J. P.; Becker, L.; Bunch, T. E.; Revay, Z. S.; Schultz, P. H.; Belgya, T. et al. (2007). «Evidence for an extraterrestrial impact 12,900 years ago that contributed to the megafaunal extinctions and the Younger Dryas cooling». Proceedings of the National Academy of Sciences 104 (41): 6016-21. PMC 1994902. PMID 17901202. doi:10.1073/pnas.0706977104. Archivado desde el original el 2 de noviembre de 2007. Consultado el 2 de febrero de 2012.
- ↑ Kennett D. J.; Kennett J. P.; West A.; Mercer C.; Hee S. S.; Bement L.; Bunch T. E.; Sellers M. et al. (enero de 2009). «Nanodiamonds in the Younger Dryas boundary sediment layer». Science (en inglés) 323 (5910). PMID 19119227. doi:10.1126/science.1162819.
- ↑ American Geophysical Union. «Session Information, 2007 Joint Assembly, Paleoceanography and Paleoclimatology». Archivado desde el original el 14 de julio de 2007.
- ↑ C. Vance Haynes Jr; J. Boerner; K. Domanik; D. Lauretta; J. Ballenger; J. Goreva (2010). «The Murray Springs Clovis site, Pleistocene extinction, and the question of extraterrestrial impact». Proceedings of the National Academy of Sciences 107 (9). doi:10.1073/pnas.0908191107.
- ↑ Richard A. Kerr (3 de septiembre de 2010). «Mammoth-killer impact flunks out». Science 329 (5996): 1140-1. Bibcode:2010Sci...329.1140K. PMID 20813931. doi:10.1126/science.329.5996.1140.
- ↑ Pinter, N.; Scott, A. C.; Daulton, T. L.; Podoll, A.; Koeberl, C.; Anderson, R. S.; Ishman, S. E. (2011). «The Younger Dryas impact hypothesis: a requiem». Earth-Science Reviews 106 (3–4): 247. doi:10.1016/j.earscirev.2011.02.005.
- ↑ «Study examines 13,000-year-old nanodiamonds from multiple locations across three continents», artículo en inglés publicado en agosto de 2014 en el sitio web Phys.org.