Historia de la sangre
Autor	Alfredo Castro Rodrigo Pérez
Año	1990
Género	Drama
Publicación
Ubicación	Chile Chile
Idioma	Castellano
Música
Compositor	Miguel Miranda
Puesta en escena
Lugar de estreno	( Sala Nuval, Santiago)
Fecha de estreno	13 de marzo de 1992
Director	Alfredo Castro
Personajes	Amparo Noguera Paulina Urrutia Maritza Estrada Francisco Reyes Rodrigo Pérez Pablo Schwarz
Diseñador	Rodrigo Vega
Iluminador	Andrés Poirot
Producción
Producciones	2010 Bicentenario del Festival Santiago a Mil
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Historia de la sangre es una obra de teatro testimonial chilena de los años 90. Es el segundo montaje de la Trilogía Testimonial de Chile de la compañía Teatro La Memoria resultado de un trabajo de investigación desarrollado por los actores Alfredo Castro y Rodrigo Pérez junto a la psicoanalista Francesca Lombardo en cárceles y hospitales psiquiátricos de Chile donde recogieron los testimonios de autores de crímenes pasionales.^[1]​^[2]​

• Paulina Urrutia: La chica del peral.
• Amparo Noguera: Rosa Faúndez, la descuartizadora.
• Maritza Estrada: Isabel, la Mapuche.
• Rodrigo Pérez: El chilenito bueno.
• Francisco Reyes; La gran bestia.
• Pablo Schwarz: Peso Hoja-Mosca-Júnior, el boxeador.

• En 2010 se remonta con el elenco original por motivo del Bicentenario del Festival Santiago a Mil.

La obra en su país fue rupturista y difícil de clasificar por la crítica de la época. El montaje impactó al público por lo directo de sus textos.^[1]​

Historia de la sangre transcurre en un territorio indefinido, más mental que físico, donde los personajes superponen sus vidas

Pedro Celedón, historiador del arte chileno.^[1]​

La obra es considerada un referente de la renovación estética que experimentó el teatro chileno tras el término de la dictadura militar y estableció una corriente que conserva su influencia en la actualidad.^[2]​ Las actuaciones se convirtieron en un modelo a imitar y también significó la consagración de Alfredo Castro como director y dramaturgo.^[1]​

Vemos a excelentes actores y actrices luchando con sus fatales pasiones y desgarrados por sus sentimientos

Knut Lennartz, crítico alemán.^[1]​