Mérope, también llamada Camiro, en la mitología griega era una de las hijas de Harmótoe y del cretense Pandáreo de Mileto (Creta), el cómplice de los robos del ladrón Tántalo.
Historia
Cuando se descubrió que ambos eran los autores del hurto del mastín de oro que había custodiado a Zeus cuando era un niño y que estaba en el templo del dios en Dicte, Tántalo fue castigado a sufrir los tormentos del Tártaro y Pandáreo fue convertido en piedra o huyó a Sicilia con su mujer, muriendo allí en la miseria.
Entonces las diosas Hera, Artemisa y Afrodita se hicieron cargo de sus hijas (según unas fuentes, Mérope/Camiro y Cleotera/Clitia y según otras, también Aedón), ablandando el corazón de Zeus para que no fueran castigadas. Pero éste, sospechando que tal solicitud con las huérfanas sólo podía deberse a que las diosas sentían remordimientos por inducir a Pandáreo a cometer el robo, las entretuvo con argucias y ordenó a las harpías que se apoderaran de las muchachas, entregándolas después a las erinias para que expiaran con sus sufrimientos los pecados de su padre.[1]
Bibliografía
- — (2009). Diccionario de mitología griega y romana. Colección Bolsillo Paidós. Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica. ISBN 978-84-493-2211-2.
Referencias