En el derecho procesal penal, el allanamiento es el ingreso en un domicilio o un local con fines de investigación: el registro del lugar, en búsqueda de objetos o personas relacionadas con un delito, o con motivo de algún otro acto procesal (p. ej. trabar un embargo, sacar fotografías, etc.)
Especialmente entre Estados de tradición jurídica occidental, se trata de una restricción a los derechos constitucionales a la inviolabilidad del domicilio y la intimidad, la orden de allanamiento debe emanar de un órgano judicial, mediante resolución escrita, fundada y determinada, tanto en cuanto al domicilio, como en relación con el fin perseguido. Excepcionalmente se permite a la policía el allanamiento sin la respectiva orden judicial en casos urgentes, tales como:
- emergencias con peligro para la vida de los habitantes o la propiedad
- si personas extrañas han sido vistas ingresar con indicios manifiestos de cometer un delito
- si voces provenientes de una casa o local indicaren que allí se está cometiendo un delito, o pidieran socorro
- en caso de que se introduzca en una casa o local algún imputado de delito a quien se persiga para su aprehensión