La permacomputación [1][2]es un principio de diseño en ciencia de la computación que prioriza la optimización de recursos, el ahorro energético y el impacto ambiental sobre otras cuestiones como pueden ser la escala o la velocidad. Pueden encontrarse sus raíces en el concepto de Permacultura y se puede englobar dentro de lo se conoce como Low technology.
Historia
El término fue acuñado por Ville-Matias en 2020 en su web.[3] El concepto se ha popularizado rápidamente en los últimos años, capturando una narrativa crítica subyacente, entre desarrolladores y usuarios, al modelo de producción y actualización rápida en el mundo del desarrollo software. El concepto es cercano y se nutre en cierta medida de las conferencias Computing with Limits[4], activas desde hace 10 años.
Principios
El principio rector de la permacomputación es reducir el impacto ecológico, energético y de injusticia social de la computación. Se puede ver como una paradoja, pues estos conceptos pueden a primera vista parecer casi antagónicos al desarrollo computacional.
Este principio se puede desarrollar o concretar en distintos aspectos, algunos de los cuales se enumeran a continuación:
- Reducir las necesidades de almacenamiento.
- Reducir las necesidades de cálculo.
- Reducir el uso de redes y la comunicación entre extremos. Estos tres primeros puntos pueden conllevar pérdida de funcionalidad o degradación de la experiencia de usuario, pero esto no es necesariamente así. A veces el consumo ingente de recursos no aporta una mejora sustancial en la funcionalidad o en la usabilidad (ver Ley de los rendimientos decrecientes).
- Eliminar la obsolescencia programada.
- Diseñar productos duraderos y reparables.
- Abrir y explorar las posibilidades de reparación y reutilización de productos tecnológicos cerrados.
- Desarrollar programas de Software libre.
Ejemplos
Las sondas espaciales Voyager a veces es usan como referencia o mito fundacional de la permacomputación. Como casi todo instrumento lanzado al espacio, son ejemplos exitosos de software que minimiza al máximo las comunicaciones, el espacio en disco y los ciclos de CPU. Además, son instrumentos diseñados para durar en entornos hostiles y de baja disponibilidad energética. Por ejemplo, la sonda Voyager 1 fue lanzada en 1977 y se prevé que siga operando hasta 2025, casi 50 años, lo cual contrasta con los reducidos ciclos de vida de muchos dispositivos electrónicos actuales. La memoria de las sondas Voyager y Viking es menor a 70KB[5]
Referencias
- ↑ Grindle, Mike (31 de julio de 2023). «Permacomputing: Tackling the Problem of Technological Waste». The New Climate. (en inglés). Consultado el 8 de julio de 2024.
- ↑ «« Permacomputing » : la discrète communauté qui défend des outils numériques libres, sobres et décroissants». Le Monde.fr (en francés). 13 de mayo de 2024. Consultado el 8 de julio de 2024.
- ↑ de Valk, M., & Heikkilä, V. M. (2022). Permacomputing. Entrevista por Shintaro Miyazaki. Enlace: https://edoc.hu-berlin.de/bitstream/handle/18452/26287/counter-n2022-devalk-heikkilae.pdf
- ↑ «LIMITS 2024 -- Workshop on Computing within Limits». computingwithinlimits.org (en inglés). Consultado el 8 de julio de 2024.
- ↑ Chantelle Dubois, 2017 (visitado en julio de 2024) https://www.allaboutcircuits.com/news/voyager-mission-anniversary-computers-command-data-attitude-control/