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Humanity: Hour I es el decimosexto álbum de estudio de la banda alemana de hard rock y heavy metal Scorpions, publicado en 2007 por Sony BMG para Europa y por New Door Records para los Estados Unidos. En 2004, salió al mercado Unbreakable, con el cual retornaron a su habitual estilo después de varias producciones que la alejaron de su clásico sonido. En abril de 2005, en medio de la gira de conciertos Unbreakable World Tour (2004-2006), la banda informó que estaba trabajando en un nuevo disco. Para ello, tomó contacto con varios productores discográficos, pero después de unas reuniones realizadas en Alemania, la banda no quedó conforme con lo que le ofrecían. En febrero de 2006, Klaus Meine y Rudolf Schenker viajaron a Los Ángeles para juntarse con otros interesados, entre ellos Desmond Child, quien les propuso realizar un álbum conceptual.
El álbum está basado en una historia de Child y el artista Liam Carl sobre una guerra civil entre humanos y robots, cuya única esperanza para que los primeros sobrevivan es recuperar su propia humanidad. La banda comentó que no era un álbum conceptual tradicional en que cada canción está conectada entre sí, como si fuese una historia, sino que las composiciones giran en torno a un tema en común: la humanidad. Para ello, las letras tratan sobre la faceta oscura y la esperanzadora de esta. Como querían tener ideas nuevas y originales, y que sonoramente hubiese una conexión entre lo moderno y lo clásico, la banda trabajó con compositores externos; algunos eran conocidos de Child y otros ya habían colaborado con Scorpions en otras producciones. La grabación se realizó entre octubre de 2006 y febrero de 2007 en varios estudios de Los Ángeles y fue coproducida por Child y James Michael. Para determinadas pistas, emplearon tonos desafinados en las guitarras y arreglos orquestales, además de contar con músicos invitados; por ejemplo, Billy Corgan en «The Cross» y John 5 en «Hour I».
Una vez que salió al mercado, recibió reseñas variadas por parte de la prensa especializada. Aspectos como la calidad vocal de Meine, el sonido actualizado de la banda, la producción y el concepto en general fueron los puntos mejor evaluados; inclusive, algunos críticos lo denominaron su mejor álbum desde Crazy World (1990). Por el contrario, la principal crítica negativa recaló en la intervención en demasía de compositores externos y ciertas letras de las canciones.