Joaquín Baldomero Fernández-Espartero Álvarez de Toro (
Granátula de Calatrava (
Ciudad Real),
27 de febrero de
1793 - †
Logroño,
8 de enero de
1879).
Príncipe de Vergara,
Duque de la Victoria,
Duque de Morella,
Conde de Luchana y
Vizconde de Banderas, títulos concedidos por su carrera como
General y
Regente de España.
Su padre había encauzado su formación para un destino eclesiástico pero la
Guerra de la Independencia le arrastró desde muy joven al frente de batalla, que no abandonó hasta veinticinco años después. Combatiente en tres de los cuatro conflictos más importantes de España en el
siglo XIX, fue soldado en la guerra contra la invasión del francés, oficial durante la
guerra colonial en el Perú y General en Jefe en la
guerra civil. Vivió en
Cádiz el nacimiento del
liberalismo español, senda que no abandonaría jamás. Hombre extremadamente duro en el trato, valoraba la lealtad de sus
compañeros de armas —término que no gustaban de oír los demás generales— tanto como la eficacia. Combatió en primera línea, fue herido en ocho ocasiones y su carácter altivo y exigente le llevó a cometer excesos, en ocasiones muy sangrientos, en la disciplina militar. Convencido de que su destino era gobernar a los españoles, fue por dos veces
Presidente del Consejo de Ministros y llegó a la
Jefatura del Estado como
Regente durante la
minoría de edad de Isabel II. Ha sido el único militar español con tratamiento de
Alteza Real y, a pesar de todas sus contradicciones, supo pasar desapercibido los últimos veintiocho años. Rechazó la
Corona de España y fue tratado como una leyenda desde bien joven.