El praefurnium, en la Antigua Roma, designaba la parte de las termas que aseguraba el calentamiento de las habitaciones calientes o templadas, el caldarium, el tepidarium, el laconicum (estufa seca) y el sudatorium (estufa húmeda).
El praefurnium es la sala (junto al caldarium) en la que se abre el hypocausis, mantenido por esclavos, que calienta el agua.[1] De una de las paredes de la estufa sale un gran tubo, llamado vaporarium, a través del cual el aire caliente se esparce bajo el pavimento suspendido sobre pilotes a menudo hechos de ladrillos (suspensurae), luego en los tubos (tubos de terracota o ladrillos huecos) instalados en los muros.
La invención o mejora del pavimento colgante se atribuye a Cayo Sergio Orata en el siglo I a. C.; las canalizaciones murales (parietes tubulati) probablemente eran un poco más recientes. Séneca habla de estas innovaciones técnicas como cosas recientes:
- "Finalmente, algunas de nuestras innovaciones son lo suficientemente recientes como para que recordemos su aparición..., este es el caso de los pavimentos suspendidos y las tuberías insertadas en las paredes, gracias a las cuales, el calor se esparce por todas partes y calienta la parte superior e inferior de las habitaciones por igual".[2]
Se ha encontrado algún praefurnium en lugares tan alejados como la ciudad romana de Cuicul, en la actual Argelia.
Referencias
Bibliografía
- Ilaria Balena; Marco Sassi (2009). La domus del chirurgo e il complesso archeologico di piazza Ferrari (2ª edición). La Pieve. ISBN 978-88-904644-0-9. OCLC 1075912945.
- Ugo Enrico Paoli, Vita romana. La vie quotidienne dans la Rome antique, 2ª ed., Desclée de Brouwer, 1960, p. 350-351.