Un yamur, en arquitectura islámica, es el remate en que suele terminar el alminar de una mezquita, compuesto por una barra vertical metálica donde se insertaban unas bolas o manzanas, usualmente de bronce doradas y en un tamaño decreciente de abajo arriba.[1]
Las esferas suelen ser tres, aunque también existen yamures de dos o cuatro esferas, y pueden ser de bronce, cobre o latón. El yamur sirve al mismo tiempo como elemento decorativo y como elemento apotropaico para proteger a la mezquita. Si el yamur está formado por tres esferas la leyenda dice que representan a los tres profetas más importantes del Islam: Mahoma, Moisés y Jesucristo o a los diferentes mundos en los que la divinidad islámica se da a conocer (terrestre, celestial o almico y el espiritual).
La media luna creciente se incorporó como símbolo islámico a partir de la conquista de la Persia Sasánida, donde era usado como ornamento, normalmente junto al Sol y las estrellas, simbolizando originariamente a la diosa Ishtar o Astarté. El avistamiento de la luna creciente marca el comienzo y el final del mes de ramadán. Se difundió a partir del siglo XV en el Imperio Otomano que lo utilizó como símbolo nacional y comenzó a usarlo como ornamento arquitectónico en alminares y cúpulas. No hay constancia de que llegara a utilizarse en la arquitectura de la España musulmana.
En España, muchos de los alminares medievales originales han pasado a ser reutilizados como campanarios de iglesias cristianas, y de la misma forma, los yamures han conservado su función ornamental sustituyéndose por la cruz cristiana y, a veces, una veleta.
En Andalucía los alminares se remataron con yamures y entre los más significativos encontramos el alminar de la Gran Mezquita de Córdoba, que sirvió de modelo al resto de alminares de Al-Ándalus y que actualmente permanece encerrado en la torre campanario, la Giralda de Sevilla, con cuatro esferas, o el alminar de la mezquita Almanzora, conservado en el museo de la Alhambra de Granada, de tres esferas decrecientes separadas por dos iguales mucho más pequeñas.[2]
En Castilla y León también se han conservado yamures reaprovechados como en la catedral de Palencia o la iglesia de Santo Domingo de Arévalo que ahora rematan con veleta y cruz.[3]
Referencias
- ↑ Musulmanes andaluces (ed.). «El yâmûr andalusí». Consultado el 28 de enero de 2017.
- ↑ «Yamur». 1 de junio de 2015. Consultado el 4 de febrero de 2017.
- ↑ Patrimonio mudéjar (ed.). «Yamur de la Catedral de Palencia». Consultado el 4 de febrero de 2017.