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Elecciones generales de 1891 401 escaños en el Congreso de los Diputados | |||||||||||
Fecha | 1 de febrero de 1891 | ||||||||||
Tipo | Legislativa | ||||||||||
Resultados | |||||||||||
Antonio Cánovas – Conservador | |||||||||||
Escaños obtenidos | 262 169 | ||||||||||
65.34 % | |||||||||||
Práxedes Mateo Sagasta – Liberal | |||||||||||
Escaños obtenidos | 105 173 | ||||||||||
26.18 % | |||||||||||
Otros partidos | |||||||||||
Escaños obtenidos | 34 10 | ||||||||||
8.48 % | |||||||||||
Presidente del Consejo de Ministros | |||||||||||
Las Elecciones Generales de 1 de febrero de 1891 en España fueron convocadas en la minoría de edad de Alfonso XIII, siendo regente su madre María Cristina de Habsburgo-Lorena. Su base legal fue la Constitución española de 1876, vigente hasta 1923, en la conocida como Restauración borbónica en España.
Como sucedió en todas las elecciones durante la restauración borbónica en España en estas el resultado estuvo determinado de antemano («encasillado») gracias al sistemático fraude electoral realizado mediante la red caciquil extendida por todo el territorio. En estas elecciones, como en el resto, el gobierno que las convocó las ganó, ya que en el régimen político de la Restauración los gobiernos cambiaban antes de las elecciones y no después como sucedía en los regímenes parlamentarios (no fraudulentos).[1][2][3]
Antecedentes
En base al Pacto de El Pardo de 24 de noviembre de 1885 queda instituido el sistema de turnos pacíficos en ejercicio del poder entre liberales y conservadores, que consolidó la Restauración hasta finales del siglo XIX y principios del XX.
El 12 de julio de 1887 el gobierno Sagasta promulgó la Ley de Asociaciones, que desarrollaba este derecho constitucional, uno de los objetivos del programa liberal-fusionista.
El 23 de mayo de 1889 dieron comienzo, en medio de un gran escándalo parlamentario, las discusiones sobre el proyecto de sufragio universal (masculino). Por fin el 26 de junio de 1890 el gobierno liberal-fusionista reimplanta oficialmente el sufragio universal en el sistema electoral.
El 3 de julio cae el gobierno liberal-fusionista. El 5 de julio se forma el gabinete conservador presidido por Cánovas. El 29 de diciembre quedan disueltas las Cortes convocándose elecciones.
Características
El 29 de diciembre de 1890 siguiendo el proceso de normalización conforme a lo pactado entre las principales fuerzas políticas, se procedió a la disolución de las Cámaras y a la convocatoria de elecciones legislativas.
El número de votantes para estas elecciones era de 4 805 000 varones mayores de 25 años de edad (sufragio masculino). Se eligieron 399 diputados el día 1 de febrero de 1891.
Resultados
Desconocemos los datos de la abstención y como era costumbre de la época se presupone una ostensible manipulación, con victoria de los grupos liberales dinásticos, en este caso conservadores, obteniendo la necesaria mayoría para el ejercicio del gobierno: 278 escaños.
Fracción | Diputados |
---|---|
Conservadores y adictos | 253 |
Liberales | 74 |
Coalición republicana | 31 |
Reformistas | 9 |
Martistas | 8 |
Carlistas e integristas | 7 |
Cassolistas.[4] | 1 |
No identificados | 16 |
Referencias
- ↑ Montero, Feliciano (1997). «La Restauración (1875-1885)». En Feliciano Montero; Javier Tusell, eds. La Restauración. De la Regencia a Alfonso XIII. Volumen XI. Historia de España-Espasa. Madrid: Espasa Calpe. p. 57. ISBN 84-239-8959-3. «El rey era el que de hecho, mediante el decreto de disolución de Cortes, concedido a la persona designada para formar gobierno, posibilitaba el ascenso o el descenso del poder a los distintos líderes y formaciones políticas. Por su supuesto, al hacerlo no actuaba caprichosamente, sino de acuerdo con unas reglas del juego… Pero en todo caso esta forma de acceso [al poder] subvertía la lógica de una práctica parlamentaria. No eran las Cortes las que provocaban crisis políticas y hacían cambiar gobiernos, pues cada partido gobernante se fabricaba una mayoría parlamentaria suficiente, mediante elecciones fraudulentas. Las crisis ministeriales parciales o totales, las alternativas en el ejercicio del poder (el turno), se decidían entre las altas esferas políticas (la elite) al margen del Parlamento, sobre la base de la iniciativa monárquica...»
- ↑ Romero Salvador, Carmelo (2021). Caciques y caciquismo en España (1834-2020). Prólogo de Ramón Villares. Madrid: Los Libros de la Catarata. pp. 72. ISBN 978-84-1352-212-8. «Lo que en mayor medida distingue al caso español… [es] el hecho de que la acción gubernamental determinó que el partido que convocaba las elecciones las ganara siempre, y que ello quedase normalizado e institucionalizado a raíz del pacto entre los dos partidos mayoritarios que, desde 1881 y durante más de cuarenta años, decidieron alternarse en el poder.»
- ↑ Varela Ortega, José (2001) [1977]. Los amigos políticos. Partidos, elecciones y caciquismo en la Restauración (1875-1900). Prólogo de Raymond Carr. Madrid: Marcial Pons. p. 493. ISBN 84-7846-993-1. «Era el gobierno el que fabricaba las Cortes, no al contrario; y quien hacía las elecciones nunca las perdía.»
- ↑ Manuel Cassola Fernández Ministro de Guerra de 8 de marzo de 1887 a 14 de junio de 1888
Véase también
Predecesor: Elecciones de 4 de abril de 1886 |
Elecciones Generales en España 1891 - 1893 |
Sucesor: Elecciones de 5 de marzo de 1893 |